España vuelve a luchar por las medallas en waterpolo

España vuelve a luchar por las medallas en waterpolo tras el cuarto puesto olímpico y quedarse aún más lejos del podio en los recientes Europeos. El equipo ha demostrado, después de la retirada de Manel Estiarte y el relevo de otros veteranos, que sigue en la élite. Incluso puede aspirar a revalidar su título mundial de Perth 98. Ayer ganó a Rusia, por 9-8, en el último partido de cuartos de final y quedó en primer lugar de su grupo. Disputará mañana una de las semifinales con Italia, segunda de la otra tanda, y que se jugó la clasificación ante Hungría, a la que venció, por 3-2. Los húngaros, campeones olímpicos y subcampeones europeos, han sido los damnificados esta vez. La primera de su grupo, Yugoslavia, campeona europea, jugará la otra semifinal con Rusia.

El equipo español, que ha ido asimilando la renovación de jugadores bajo la experta dirección de Joan Jané, el técnico que terminó de llevarlo a las medallas, empezó ganando los dos primeros cuartos ante los rusos, por 4-3 y 2-1. Un magnífico ataque, pese a la dura defensa rusa, pero también una buena contención atrás en las inferioridades por exclusiones. La selección encaró así la segunda parte del encuentro con dos goles de ventaja y de nuevo sacó a relucir su defensa y al gran portero Rollán.Empató el tercer cuarto, 1-1, y no importó que Rusia, también con un fuerte juego defensivo, ganara el último, 3-2.

Con el triunfo, España evitó en semifinales a Yugoslavia, quizá el equipo más en forma actualmente. Con Italia siempre se recuerda el enorme disgusto de la memorable final perdida en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 después de tres prórrogas.

Aviso del 'Torpedo'

En la jornada de natación, el genial Ian Thorpe, el Torpedo australiano, cumplió su objetivo de meterse en la final de 100 libres, donde intentará ganar hoy su quinta medalla de oro. Como en 200, hizo el tercer tiempo en las eliminatorias (49,21s), por detrás del estadounidense Anthony Ervin, el campeón olímpico y mundial de 50 (49,08s). Y fue ya derrotado en la misma serie por el más rápido, el holandés Pieter van den Hoogenband (48,96s), que tiene el récord mundial en 47,84s. Eso le supuso a Thorpe enfrentarse otra vez directamente con él en semifinales, pues se forman alternando los tiempos de sus componentes. Ervin nadó la primera, que ganó con 49,43s.

Hasta eso parece tenerlo medido Thorpe. Utilizar a sus grandes rivales de liebres (también lo hizo con Hackett en 400 y 800), dejarse ganar en las series cuando no importa el resultado, y superarles en el momento decisivo. La prueba de 100 metros libres es su mayor reto, porque tiene menos velocidad, pero ayer en la semifinal ya dio un aviso enorme de que es capaz de todo. Pasó el penúltimo de los ocho nadadores por los 50 metros y volvió a hacer unos segundos 50 excepcionales. Van den Hoogenband, que ganó con 48,47s, le sacaba un cuerpo en el viraje, más de un segundo, pero Thorpe acabó en su estela, con 48,96s, a sólo medio. Sus pies volvieron a ser una hélice y sólo necesitó subir de sus 29 brazadas a 32. El holandés, pese a ser cinco centímetros más alto, hizo 33 y 40. Sintomático de quién dse esliza mejor y con más potencia.

En las finales de la jornada, repitieron título mundial los campeones olímpicos: Lars Frolander (Suecia), en 100 mariposa; Masimiliano Rosolino (Italia), en 200 estilos y Diana Mocanu (Rumania), en 200 espalda. Inge de Bruijn (Holanda) ganó los 50 mariposa (que no hubo en Sydney) tras los 100 libres, y Brendan Hansen (EE UU) se estrenó en los 200 braza.