El 'Tarzán' de la braza
El ruso Sludnov vuelve a romper la barrera del minuto en 100 metros
El ruso Roman Sludnov, 21 años, 1,89 metros, 76 kilos, estudiante en la ciudad siberiana de Omsk
, cerca de la frontera con Kazajstán, hizo de Ian Thorpe ayer en los Mundiales y nuevamente de Johnny Weismuller en el pasado. Reducido a la braza, el estilo más lento, ha sido el último asombro al romper la barrera del minuto en los 100 metros.
Tarzán fue el primero que lo consiguió en la misma distancia en libre, el estilo más rápido, un ya lejano 9 de julio de 1922, con 58,6s. Las barreras de 100 mariposa y 100 espalda cayeron en los años sesenta. Sludnov lo logró por primera vez el pasado 29 de junio, en la final de los campeonatos de su país, con 59,97s y lo repitió ayer en Fukuoka, en semifinales, con 59,94. Lleva el mismo camino que hace 15 días. Entonces, en Moscú, también había batido el récord mundial en semifinales. Recuperaba con 1m 0,26s la plusmarca que había impuesto el año pasado (1m 0,36s en los mismos campeonatos nacionales), pero que le había quitado en marzo, con 1m 0,29s, el estadounidense Ed Moses. Decepcionados ambos en Sydney, donde cedieron ante el italiano Domenico Fioravanti (plata Moses y bronce Sludnov) se jugaban entre ambos la rotura del muro del minuto. Y Sludnov, salvo una reacción hoy de Moses en la final, donde peligra nuevamente el récord, ha tomado la delantera. Ayer, incluso se aprovechó del ritmo de su rival, que viró en cabeza en los 50 metros, para superarle en el último largo. Moses hizo sólo 1m 0,55s. Fioravanti, 1m 0,66s.
Thorpe tampoco descansó ayer, aunque la final de los 800 metros libres será hoy. Al revés de los 400 el domingo, hizo esta vez el mejor tiempo en las series de la doble distancia, con 7m 52,74s, por delante de su compatriota y principal rival, Grant Hackett, 7m 54,22s. Hoy debe sumar el genio australiano su tercera medalla de oro, y con amenaza de su propio récord, 7m 41,59s. Pero quizá no lo logre porque en el mucho trabajo que quiere acumular para la gloria tendrá que nadar antes las series y semifinales de 200, cuya final, y el consiguiente ataque al cuarto título, será mañana, miércoles.
En la final más rápida, los 50 libres, el estadounidense Anthony Ervin hizo peor tiempo que en Sydney, pero repitió el título que compartió allí con su compatriota Gary Hall. Ausente éste, como el ruso Alexandr Popov, el holandés Pieter van den Hoogenband, al que le viene corta la distancia, fue plata. Pero ya tiene los dientes preparados para sus batallas con Thorpe en 100 y 200. El británico Mark Foster, el más rápido del mundo con su récord en piscina de 25 metros, se hundió en el último puesto.
España apenas lució. Mireia García empeoró su marca de semifinales y acabó séptima en los 200 mariposa, sin estar nunca cerca de las medallas. Para éstas, aunque sean una lotería en los 50 espalda, hoy hará su primer intento Nina Jivanévskaia. Pero ayer entró con el sexto tiempo.
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