Un hombre de Piqué

Pedro Ferreras (León, 1955) es un hombre del llamado clan Piqué. El actual ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, fue quien trasladó a la política a este abogado del Estado, que llegó a Barcelona en 1984 y que en apenas siete años (de 1989 a 1996), ejerció con provecho en la capital condal la profesión de abogado con bufete propio.

Es en esos años de finales de los ochenta cuando conoció a un Piqué principiante en el mundo de la gran empresa con el que trabó una estrecha relación forjada en asuntos trascendentes como la suspensión de pagos de Ercros (presentada en el año 1992 con Piqué de presidente), como hizo con otro amigo de ambos, Francisco Prada, como interventor del proceso.

En el año 1996, con la victoria del PP y la designación de su amigo como ministro de Industria, Ferreras dio el gran salto. De Madrid a Barcelona y de la abogacía a la política. Piqué impulsó su nombramiento como subsecretario de Industria y como presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

Su estrecha relación con Piqué se puso de manifiesto cuando la oposición denunció los métodos de optimización fiscal utilizados por el ministro para adquirir una segunda residencia en la Cerdanya.

Ferreras, como Piqué, adquirió su chalé -en urbanización cerrada y a jardín tocante con el chalé de otra miembro del clan, la ministra Anna Birulés- mediante leasing.

La esposa de Ferreras, notaria de profesión, fue quien tramitó las escrituras de las propiedades que tantas críticas y disgustos ha proporcionado a su mentor político.