El hijo del ex presidente, nuevo miembro de la Comisión

Juan Antonio Samaranch consiguió dejar a su hijo como miembro del COI. La última petición que hizo a la comisión ejecutiva hace dos meses también pudo sacarla adelante antes de abandonar la presidencia. Fue su último y difícil triunfo tras salvar con astucia una votación de cierto castigo para su costumbre: 27 sufragios en contra, 11 abstenciones y 71 a favor. Juan Antonio Samaranch Jr., como se lo conoce aún en el COI, fue el menos votado de los seis nuevos miembros elegidos. Pero entró, lo que no hizo Adolf Ogi, ex presidente suizo, también propuesto por Samaranch, el primer rechazado de la historia olímpica.

Nada más empezar la asamblea matinal, Samaranch padre ya dijo que se pasara directamente a la elección de nuevos miembros. Su gesto, muy tenso, denotaba su preocupación. Quería resolver su herencia, pero debió antes dar la palabra al neozelandés Tennant Edward Wilson, que pidió el aplazamiento de la entrada de nuevos miembros a hacerlo con el nuevo presidente. A ello ya se había negado Samaranch; si su hijo no entraba bajo su cobertura, no habría garantías en el futuro. La votación exigía la mayoría absoluta de los miembros y Samaranch se movió con astucia. Primeramente, lo puso en el sexto lugar de la votación, sólo por delante de la única mujer, la holandesa Els van Breda, presidenta de la Federación Internacional de Hockey. De esa forma, si no entraba el suizo, difícilmente a Samaranch le castigarían nuevamente. Y Ogi no pasó, dejando vía libre a Juan Antonio Samaranch Salichachs, de 41 años, ingeniero industrial, analista financiero y vicepresidente de la Unión Internacional de Pentatlón Moderno. Tras ser elegido confesó que lo había pasado peor por su padre: 'Es que si no salgo elegido, con encerrarme hubiera bastado. Pero él, ahí abajo, dando la cara...'. Sobre las acusaciones de nepotismo dijo: 'Si no pensara que tengo méritos suficientes no lo habría intentado'.