Presión sobre grupos de presión

Antidemocráticos, no representativos, irresponsables, mal informados e ilegítimos. Los grupos de presión continuamente dirigen estas críticas a organizaciones internacionales, multinacionales y Gobiernos. Pero, si hay quienes merecen tales críticas, ésos son algunos de esos mismos grupos. (...)

Las ONG han obtenido victorias considerables. Estuvieron tras la triunfante campaña para la prohibición de las minas y aportaron el trabajo de base para la creación del Tribunal Penal Internacional. Han centrado la atención mundial en la pobreza, el medio ambiente y los derechos de las mujeres, entre otras cuestiones. Y, desde el punto de vista de la organización, muchas veces han demostrado ser más eficaces que los Gobiernos o las empresas para construir coaliciones internacionales.

Pero también es fácil enumerar sus fallos. Sus campañas casi siempre son impulsadas por eslóganes que ignoran los compromisos y son demasiado simplistas. (...)

Por supuesto, las ONG tienen derecho a presionar en favor de sus tesis, como cualquier otra organización del sector privado, pero no tienen poder de veto. Y no tienen ningún monopolio sobre la aspiración a representar a la sociedad civil. (...) Si los grupos de presión quieren contribuir de verdad al debate político serio con una investigación cuidadosa y un análisis de los hechos, raras veces encontrarán adecuadas las soluciones simples o los eslóganes. Captar la atención será más difícil. La alternativa, sin embargo, es peor. Si sus eslóganes no reflejan la realidad, se desacreditarán y acabarán siendo ignoradas.

Londres, 13 de julio