La Casa Blanca planea conceder la residencia a más de tres millones de inmigrantes clandestinos mexicanos

Un informe realizado por los departamentos de los que depende la política de fronteras en EE UU aconseja conceder un estatuto legal de residencia permanente a muchos de los inmigrantes mexicanos que han entrado de manera clandestina. De ponerse en práctica, la medida puede beneficiar a más de tres millones de mexicanos que viven y trabajan ocultos en la ilegalidad. En el terreno puramente político, el plan daría a George W. Bush los votos hispanos que necesita de manera imperiosa si quiere ganar una reelección como presidente.

La propuesta, desvelada por el The New York Times, ha sido redactada por expertos en política de inmigración de los dos departamentos implicados, el de Justicia y el de Estado. Sus titulares, John Ashcroft y Colin Powell, enviarán esta semana a la Casa Blanca el primer borrador del plan, que contará con la previsible oposición de los congresistas republicanos más conservadores.

El proyecto analiza la manera de regularizar la situación de varios millones de inmigrantes mexicanos cuya situación de ilegalidad alimenta un mercado negro. Socialmente, el plan pretende incorporar a los inmigrantes a los derechos y los deberes del país.

De llevarse a cabo, la medida se aplicaría de manera escalonada. La concesión de residencia legal permanente se basará en varios factores, principalmente en el historial laboral del trabajador, sus vínculos familiares en EE UU y el tiempo transcurrido desde su llegada a este país. El plan, que deberá contar con el apoyo del Congreso, se completaría con programas de contratación temporal de nuevos inmigrantes que evitarían el traspaso delictivo de la línea fronteriza que separa México de EE UU.

Políticamente, esta medida de gracia para los inmigrantes ilegales no tiene más que ventajas para el presidente Bush. Es cierto que enojaría a los grupos de control de inmigración y a los compañeros de partido más severos en ese terreno, pero Bush obtendría a cambio un salvoconducto para entrar en la comunidad de votantes hispanos.

Bush apenas recibió un 30% de los votos hispanos en las elecciones del 7 de noviembre. Aunque el voto hispano es siempre de tendencia demócrata, sus asesores de estrategia política consideran que debe aumentar su cuota a un 40% si quiere ganar una hipotética reelección en el año 2004. En ese sentido, no es casualidad que Bush haya prometido para el año 2003 el fin de las prácticas militares en la isla puertorriqueña de Vieques: podrá comenzar la campaña electoral entre la comunidad hispana como el presiente que devolvió la isla a los ecologistas.

Además, el plan demostraría que la amistad entre Bush y el presidente mexicano, Vicente Fox, tiene una traducción en término prácticos. Se calcula que cada año al menos 150.000 mexicanos entran en EE UU de manera ilegal.