El Athletic vuelve a fiar su crédito al trabajo con la cantera de Lezama

Nadie tan madrugador como el Athletic, el único equipo de Primera que se ha presentado ante su afición -el sábado- y que ya se ha entrenado tres veces en dos días. El conjunto vizcaíno, más comprometido que nunca con su filosofía centenaria, quiere recuperar su crédito desde la cantera: cuatro de las siete incorporaciones para la pretemporada proceden del filial (el portero Sergio Vera y los defensas Unai Expósito, Egoitz Jaio y Javier Burgueña), mientras que los recuperados Aitor Ocio (Osasuna), David Karanka (Extremadura) y César Fernández (Sevilla) se criaron en Lezama.

La apuesta de la nueva directiva presidida por Javier Uría, del nuevo director deportivo, Andoni Zubizarreta, y del también nuevo entrenador, Juup Heynckes, pasa por recuperar al Athletic con la plantilla de la temporada pasada y la incorporación de alguno de los siete recién llegados, a prueba este verano. No existe otro mercado posible para un club que considera 'prohibitivos' los precios de los jugadores vascos sobresalientes inscritos en otros equipos de Primera.

Heynckes confía en poder recuperar a un grupo muy desdibujado estas dos últimas campañas, 'buenos jugadores que deberán cambiar su mentalidad', avisó el día de la presentación. En una de sus primeras declaraciones, al poco de aterrizar en Bilbao, Heynckes admitió que el éxito de sus aspiraciones tiene mucho que ver con el trabajo emprendido en 1992, cuando se hizo cargo del equipo por vez primera (hasta 1994) y colocó en el primer equipo a jóvenes promesas que más tarde acabarían consolidándose en la máxima categoría: Julen Guerrero, Aitor Karanka, Óscar vales, Juanjo Valencia...

Una afición descreída

El técnico alemán habla de sacrificio, de esfuerzo ilimitado, de nuevas técnicas de entrenamiento y de esperanza, mientras la afición sigue con cierto desapego el día a día de la plantilla rojiblanca. El sábado, sólo 4.000 seguidores se citaron en San Mamés, un tercio de la cifra registrada hace un año. Algunos, además, se acercaron sólo para recriminar a los dirigentes rojiblancos su decisión de apartar del equipo a Carlos Merino, el único fichaje de la pasada campaña, ahora declarado transferible. Hubo pocos aplausos y alguna que otra pitada, una novedad en una cita que hasta la fecha tenía fachada de respetada costumbre. Minutos antes del acto, el presidente Uría reclamaba a su afición 'unidad y amor por los colores para superar estos momentos delicados', valores cada vez más difíciles de rastrear en el fútbol. No se dirigió a las gradas sino a sus jugadores, sentados, vestidos de corto, en la sala de prensa de la Catedral.

De momento, el Athletic se entrena duro a las órdenes de Ángel Vilda -otra cara nueva-, sorprendido por la 'calidad física, técnica y humana de los jugadores'.