_
_
_
_
Reportaje:

Fiesta en la plaza Mayor para 2.000 niños saharauis

2.000 niños saharauis, de vacaciones en España, protagonistas de una fiesta en la plaza Mayor

La mirada de un niño lo dice todo. Si esa mirada sale de unos ojos que sólo han visto poco más que desierto desde que se abrieron, dice aún más. Ayer, los fascinados ojos de casi 2.000 niños que han venido desde los campamentos de refugiados saharauis a pasar el verano con familias españolas no querían perderse un detalle de lo que pasaba sobre el escenario instalado en la plaza Mayor. La profundidad de sus miradas era todo un mensaje.

Se celebraba una fiesta para todos esos niños, que han nacido en los campamentos de refugiados de Tinduf, al sur de Argelia. Esta zona es uno de los lugares más insoportables del desierto del Sáhara, en el que sus padres y abuelos se instalaron cuando el reino marroquí ocupó sus tierras, el Sáhara Occidental, desde que dejó de ser provincia española en 1975.

Ha llovido mucho desde entonces; allí, menos, pero las casi 300 asociaciones españolas de solidaridad con el pueblo saharaui y su lucha por el regreso a sus tierras organizan cada año el programa Vacaciones en Paz. A través de este proyecto se trae de los campamentos de refugiados de Smara, El Aaiún, Dajla y Auser, durante julio y agosto, al mayor número posible de niños para evitarles las altas temperaturas y procurarles una buena alimentación. Cerca de 8.000 niños han llegado este año y se han repartido por todas las autonomías. Los casi 2.000 de ayer, venidos de toda España con sus familias ocasionales españolas, eran una representación de todos ellos y de los que se han quedado en los campamentos.

El acto de los niños tenía también un significado político. Numerosas pancartas exigían la salida de Marruecos de los territorios ocupados y la celebración del referéndum de autodeterminación. 'Buscamos el apoyo a la libertad del pueblo saharaui, simbolizado en unos niños que han nacido en el exilio, sin conocer la tierra de la que sus padres proceden', explicó José Taboada, de la Asociación Madrileña de Solidaridad con el Pueblo Saharaui.

La cantante Cristina del Valle leyó una carta de bienvenida a los niños. Después de recitar un poema del también cantante Caco Senante alusivo a la situación del conflicto saharaui, Del Valle apoyó la candidatura de las mujeres saharauis al premio Príncipe de Asturias de los Valores Humanos.

Los niños y niñas saharauis, sorprendidos muchos de ellos por ser la primera vez que se veían en el corazón de una gran ciudad, sonreían las gracias de Payasos sin Fronteras o del grupo de teatro Profetas de Mueble Bar, que intervinieron en la fiesta. Los más traviesos explotaban los globos que los payasos les regalaron o se sorprendían viendo cómo sus derrahs (holgadas túnicas típicas saharauis) se hinchaban cuando se ponían sobre las rejillas de ventilación del metro madrileño.

Alba, una niña española de Rivas, cuya familia acoge todos los veranos a niños saharauis, leyó una ingenua carta dedicada a los pequeños donde pedía a 'nuestro Rey que un día os ayude a volver a vuestras tierras'. Le contestó Mafula, de 13 años: 'Que las vacaciones del 2002 las celebremos en nuestra verdadera tierra, junto al mar; allí os acogeremos en nuestras jaymas y os agradeceremos todo lo que habéis hecho por nosotros en todos estos años'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_