El presidente indonesio ordena la detención del jefe de la policía

Cada vez más aislado políticamente, el presidente indonesio, Abdurrahman Wahid, ordenó ayer el arresto por 'insubordinación' del jefe de la Policía Nacional, el veterano general Surojo Bimantoro, y amenazó nuevamente con declarar el estado de emergencia, disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas si los grupos políticos mantienen su proceso de destitución, marcado para el próximo 1 de agosto.

Bimantoro fue destituido por Wahid en junio pasado, tras afirmar que la policía no acataría un estado de emergencia destinado a evitar la destitución del presidente. El militar se negó a abandonar el cargo, desafiando así abiertamente la autoridad de Wahid.

El presidente ordenó ayer la detención de Bimantoro y del responsable de la Policía Nacional en Yakarta, general Sofyan Yacoeb, por los cargos de 'insubordinación' al poder presidencial. Anoche no había confirmación del arresto de los dos militares. Todo lo contrario. En declaraciones al canal de televisión SCTV, el jefe de la policía de Yakarta reaccionó así a las órdenes del presidente: 'Mi respuesta es ja, ja, ja. No puedo más que reírme'.

El desafío a la autoridad presidencial viene a constatar el absoluto aislamiento político de Wahid y la ausencia de apoyo del todopoderoso Ejército indonesio, que, sin ninguna duda, ha abandonado al presidente, abocado a una jubilación sin remedio pero que podría provocar graves disturbios en el país.

Wahid, de 60 años y prácticamente ciego, declaró que buscará un compromiso político que evite su destitución hasta el próximo 20 de julio. 'Si hasta esa fecha no hemos llegado a un acuerdo, tendré que declarar el estado de emergencia, cerraremos el Parlamento y habrá elecciones generales un año después'.

Envuelto en dos escándalos financieros e incapaz de detener una grave crisis económica, Wahid sostiene que no existen fundamentos constitucionales para su destitución, y afirma que sólo tendrá que prestar cuentas al final de su mandato, en 2004.