Un marroquí denuncia una brutal paliza de tres policías de paisano en Barcelona

Un juzgado de Barcelona ha abierto diligencias para investigar la denuncia presentada el pasado lunes por Addelhak A., de 27 años, quien acusaba a tres policías de paisano de haberle propinado una brutal paliza. Paralelamente, la Jefatura Superior de Policía de Barcelona anunció ayer que ha abierto una investigación interna para aclarar los hechos. 'Somos los primeros interesados en resolver este asunto. Si no eran policías, para lavar la imagen del cuerpo, y si eran agentes de paisano, se actuará contra los agresores', declaró un portavoz policial.

La denuncia relata que a las 3.00 horas del pasado lunes, el marroquí se dirigió al policía uniformado que custodia la entrada de la Subdelegación del Gobierno en Barcelona para denunciar la pérdida de un pasaporte. Al parecer, el agente le respondió con malos modales, puesto que allí no existe comisaría y no podía presentar la denuncia. En ese instante, explica el denunciante, una persona que portaba una pistola y un receptor de radio le invitó a subir a un coche acompañado por otros dos supuestos agentes que estaban hablando con el policía uniformado de la puerta.

El marroquí relata que esas tres personas le dijeron que 'sólo querían hablar' con él y que una vez en el coche le insultaron y le amenazaron de muerte. El vehículo circuló durante un cuarto de hora por una autopista que el marroquí no ha sabido identificar. Sin mediar palabra, explica la denuncia, cuando el coche se detuvo, dos de los policías comenzaron a golpearle en las piernas mientras el tercero contemplaba la escena cruzado de brazos. El marroquí pudo huir, pero a los 300 metros fue alcanzado por los dos agresores, quienes le volvieron a golpear en las piernas y le abandonaron después.

El inmigrante pudo tomar la matrícula del coche, al parecer un vehículo policial camuflado. Después acudió al hospital del Espíritu Santo de Santa Coloma de Gramenet, donde fue atendido de las contusiones. Un portavoz oficial aseguró ayer que los médicos constataron que no se trataba de autolesiones. Después el marroquí acudió a denunciar los hechos a la comisaría de Badalona.