Ibarretxe es reelegido 'lehendakari' con el aval de su coalición y el inesperado apoyo de IU

La 'nueva etapa' de la política vasca, inaugurada ayer oficialmente en la Cámara con la reelección de Juan José Ibarretxe como lehendakari, contó con una sorpresa: el voto favorable de los tres parlamentarios de Izquierda Unida (EB-IU) al candidato de la coalición nacionalista, que finalmente fue investido con 35 votos. La coalición de izquierdas adujo motivos de 'estabilidad' del nuevo gabinete para apoyar a Ibarretxe y la oferta de reabrir las negociaciones para entrar en el Ejecutivo. Salvo imprevistos, Ibarretxe mantendrá a Javier Balza en Interior y colocará a Sabin Intxaurraga en Educación.

Ibarretxe se fue el miércoles a la cama pensando en un número: el 33, los votos con los que pensaba iba a ser investido de nuevo como lehendakari. Y comenzó la votación perdiendo uno, ya que el electo de EA Martín Aranburu no pudo depositar la papeleta al no entrar a tiempo al salón de pleno. Sin embargo, la mañana iba a deparar una sorpresa que nadie podía prever, dada la intervención realizada la víspera por el coordinador de EB, Javier Madrazo.

Terminada la votación nominal, que inicio por sorteo la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, leyó en euskera las papeletas que llevaban el nombre de Ibarretxe. Y se confundió. Sumó 32, el resultado que todos esperaban, incluido el propio Atutxa, pero fueron 35, sumando los tres de IU a los 32 de la coalición PNV-EA, sobre un Parlamento de 75.

Luego vinieron los aplausos, sonoros en la bancada nacionalista, el saludo en el centro de la Cámara, sonrisa en ristre, de un Ibarretxe, ya lehendakari, aunque con un apoyo minoritario, como resaltó luego el representante del PSE-EE, Rodolfo Ares. Y vinieron también los chistes y la ironía de la oposición a la hora de valorar el cambio meteórico, en 24 horas, de la postura de la coalición de izquierdas. Ares apuntó que 'las noche de Vitoria dan para mucho' y le preguntó a Madrazo por las 'promesas o cesiones' que les ha hecho PNV-EA para cambiar de parecer. El líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, también apeló a la 'noche de mucho trajín' que supuso se produjo entre los parlamentarios de IU, PNV y EA y a acusó a IU de 'incoherencia' por 'haber censurado durante doce años a los sucesivos gobiernos y decir que estaban vendidos al capital y ahora votar a su favor'. Mucho más serio, el portavoz del Grupo Popular, Leopoldo Barreda, constató que el sentido del voto de IU da a entender que el portazo dado por la coalición de izquierdas a la negociación en la noche del 29 de junio era sólo una etapa y que 'está claro que las negociaciones no están cerradas'.

Ajeno a las ironías y flanqueado por sus compañeros de escaño Kontxi Bilbao y Antton Karrera, Madrazo reconoció las dificultades para llegar a un acuerdo en el que se constante el 'giro social'. Pero sí aclaró que IU estará o en el Gobierno o ejerciendo una 'oposición constructiva', pero en todo caso descarta un pacto de legislatura. El secretario general de EA, Gorka Knörr, agradeció el cambio de IU, aunque consideró 'prematuro' hablar de su entrada en el nuevo Gabinete, que Ibarretxe hará público mañana tras jurar su cargo en la Casa de Juntas de Gernika (Vizcaya). 'Retomaremos el diálogo donde se había roto', precisó el dirigente de EA.

La entrada de IU obligaría a Ibarretxe a incluir 11 carteras en vez de diez, adjudicándole Vivienda, Cooperación al Desarrollo, Bienestar Social e Inmigración. Tras la reelección, Ibarretxe se reunió con todos sus consejeros. Salvo imprevistos, diversas fuentes daban por hecho que el lehendakari mantendrá a Javier Balza (Interior), Josu Jon Imaz, Idoia Zenarruzabeitia, Iñaki Gerenabarrena y Gabriel Inclán, mientras que EA designó a Sabin Intxaurraga, Joseba Azkarraga y Anjeles Iztueta.