Canena y el marqués
En EL PAÍS Andalucía del domingo 1 de julio se desliza un error de tipo histórico por, a mi entender, no utilizar las normas para resumir las fuentes de información (Enciclopedia JAÉN: Pueblos y Ciudades, tomo II, Canena). Difícilmente don Íñigo López de Mendoza (1398-1458) pudo conocer el castillo renacentista de Canena, a no ser como un espíritu fantasma. Este noble castellano, creador de las Serranillas fronterizas, lo que admiró fue la situación privilegiada de Canena. La explicación del por qué no pudo conocer este monumento es bien simple: el marqués de Santillana saboreó la vida en plena época gótica por lo que no pudo disfrutar de este edificio, ya que murió en Guadalajara, retirado de la guerra, en 1458. El primitivo castillo de Canena se remonta al año 1477 cuando Sancho de Benavides levanta una fortaleza de estilo gótico -del que el renacentista aprovecha sus cimientos- sin permiso de la nueva reina, Isabel I. El actual castillo, donde se celebran los actos musicales que comenta la crónica, fue levantado por orden de don Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos. Cuando en 1538 este noble compró la villa de Canena le ofreció a Andrés de Vandelvira (Alcaraz 1505, Jaén 1575) la oportunidad de dirigir las obras de un nuevo castillo 'al itálico modo''. Fruto de este entendimiento es el magnífico monumento glosado.
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