España exige a Francia que deje de utilizar los Pirineos como barrera
París activa su brigada antiterrorista pero no suprime la extradición
Cuatro ministros españoles, los de Exteriores, Fomento, Interior y Justicia, se reúnen hoy y mañana en Toulouse con sus homólogos franceses para pasar revista a una agenda marcada por la exigencia española de que Francia haga de una vez por todas cuanto esté en su mano para que los Pirineos dejen de ser una barrera entre España y Europa. 'Con Portugal no hemos tenido nunca estos problemas', comenta una fuente diplomática española, que resume en cuatro asuntos un montón de viejas quejas: carreteras, ferrocarril, gaseoducto e interconexión eléctrica.
Francisco Álvarez Cascos, que lleva en cartera la queja de que el nuevo túnel de Somport será un esfuerzo inútil mientras no encuentre del lado francés una carretera en condiciones, rechazará la propuesta de su colega, Jean-Claude Gayssot, de resolver el problema mediante la construcción de otro túnel bajo los Pirineos para el transporte por ferrocarril con mercancías. España, que ya tiene en marcha un proyecto de nueva autopista transfronteriza a través de Roncesvalles, no dará por buena ninguna solución que no incluya una tercera conexión por carretera capaz de descongestionar el tráfico en los dos únicos puntos operativos que hay en casi 600 kilómetros de frontera: Perpiñán y Hendaya.
Cascos chocará también con Gayssot por la financiación del enlace entre Figueres y Perpiñán para el primer Tren de Alta Velocidad (TAV) entre Francia y España. Madrid, que considera que el proyecto va ya con retraso por falta de entusiasmo al otro lado de la frontera, recuerda que dos tercios del tramo están en territorio francés y no acepta la propuesta de París de financiarlo a partes iguales.
Peores perspectivas de arreglo ofrece el problema de la interconexión eléctrica y prueba de ello es que a este seminario, preparatorio de la cumbre bilateral del próximo octubre, no va nadie del Ministerio de Economía. Será el ministro de Exteriores, Josep Piqué, quien se encargue de exponer a su homólogo, Hubert Védrine, la exigencia de que se amplíe un tendido actual insuficiente para que España pueda importar electricidad de Europa. Con una actitud paralela a la que se observa en Somport, Francia se opone a concluir la interconexión Aragón-Cezaril -de la que España ha tendido ya bastantes kilómetros de postes-, paralizada desde 1986 por razones 'ecológicas'. El mismo tipo de motivos impide ampliar el gaseoducto Lacq-Calahorra, la única e insuficiente vía de importación de gas europeo hacia España.
Acuerdo sobre terrorismo
El ministro de Justicia, Ángel Acebes, estuvo a punto de no viajar a Toulouse, pero finalmente irá a reiterar a Marylise Lebranchu el interés español por un tratado que suprima los procedimientos de extradición de terroristas, aunque sabe de antemano que su homóloga le repetirá que Francia sólo aceptará en ese sentido una iniciativa europea. El comisario europeo de Justicia e Interior, Antonio Vitorino, ha anunciado un proyecto de espacio judicial común, pero su propuesta no termina de llegar.
La cooperación antiterrorista es, sin embargo, el campo único y fundamental en el que se registrará una indentidad total de puntos de vista entre Francia y España. Mariano Rajoy y su colega, Daniel Vaillant, intercambiarán información y estudiarán nuevas formas de coordinación, incluida la apertura de la comisaría conjunta en Canfranc prevista por acuerdo de Blois de 1998, tras la entrada en actividad, el pasado 18 de junio, de la nueva brigada policial francesa, con sede en Bayona, especializada en la lucha contra la violencia urbana y ETA.
El tráfico de inmigrantes será otro tema de la agenda, que en su vertiente multilateral incluirá como puntos destacados la próxima presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre de 2002, y el nuevo plan de arreglo para el Sáhara, rechazado por el Polisario y apoyado por Francia.
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