La lucha por Bradford

Puede que el ministro de Interior David Blunkett esté en lo cierto al caracterizar los incidentes de Bradford como 'violencia inmotivada', pero (...) hay razones suficientes para ofrecer una respuesta más seria. (...) Cuando Blunkett sugiere que el problema fundamental es la conducta antisocial y gamberra más que otras 'causas inherentes', corre el riesgo de ser demasiado simplista. (...) Centrarse en las fuerzas policiales y en su equipamiento, como los cañones de agua utilizados este fin de semana, más que en un examen de las causas subyacentes y potencialmente significativas a nivel nacional no es una postura sostenible a largo plazo, (...) e implica que el gobierno espera que este tipo de violencia se convierta en algo normal en la vida británica. (...)

Bradford sugiere varias cosas. En primer lugar, que todos los esfuerzos, principalmente locales, de reducir la tensión desde los incidentes de abril no han sido demasiado exitosos. En segundo lugar, que (...) agitadores foráneos influyeron en la provocación de los disturbios. (...) Por último, está el factor de 'violencia inmotivada' de Blunkett. (...) Esta reacción ha tenido menos que ver con cuestiones raciales que con la ira y la alienación. Uno no tiene que ser un joven asiático para percibir que la sociedad británica está falta de valores e ideales que puedan ser respetados, y también de oportunidades y orientación para muchos de sus jóvenes. Esta sociedad carece de un tratamiento justo e igualitario para todos sus miembros y de un sistema de gobierno democrático que realmente conecte y se preocupe. (...)

Lunes, 9 de julio