Portillo, favorito en las primarias 'tories'
Los militantes conservadores británicos eligen directamente a su nuevo líder tras el fracaso electoral ante Blair
Cinco hombres (ninguna mujer) de muy distinto perfil pelearán desde mañana por el liderazgo de los conservadores británicos. Por primera vez en la larga historia de los tories, la decisión última la tendrán las veteranas bases del partido. Pero, primero, los 166 diputados con escaño en Westminster orientarán a las masas escogiendo a dos de los cinco candidatos. Luego, los 300.000 militantes votarán por correo para investir como líder a uno de los dos finalistas. Michael Portillo, hijo de un republicano español exiliado, arranca como favorito, pero en los últimos tiempos nunca se han cumplido los pronósticos.
El desconcertante Portillo tiene como grandes rivales al europeísta Kenneth Clarke y al derechista Iain Duncan Smith. Los tres aventajan en los pronósticos al casi desconocido David Davis y al conciliador, pero poco carismático, Michael Ancram.
El sistema de elección directa es el legado más notorio de la efímera etapa de William Hague al frente de los conservadores. La primera votación para cribar a los cinco candidatos tendrá lugar el martes. Las otras dos están convocadas en principio para los días 12 y 17 de este mes. A partir de entonces, los afiliados tendrán casi dos meses para votar por correo a uno de los dos finalistas. El ganador será proclamado el 12 de septiembre.
Las encuestas dan como favorito a Portillo. Aunque el veterano Clarke es el que más confianza despierta entre los votantes conservadores, su presencia entre los dos finalistas no es segura. Entusiasta defensor de la integración de la libra en el euro, abiertamente crítico con la línea antieuropea y escorada a la derecha que ha ido adoptando el Partido Conservador bajo el liderazgo de Hague, Clarke cuenta con más antipatías que simpatías entre los 166 diputados conservadores que se sientan en Westminster.
Según el muy conservador y antieuropeo The Daily Telegraph, Portillo tiene prácticamente asegurado el apoyo de 42 diputados; Duncan Smith cuenta con 30; Clarke, 28; Davis, 15, y Ancram, 12. Casi 40 diputados aún no se han decidido o prefieren mantener sus preferencias en secreto. De confirmarse esa intención de voto para elegir a los dos finalistas, los diputados deberán dirimir entre el europeísta pero popular Clarke y el seguramente demasiado derechista Duncan Smith para enfrentarse a Portillo en la votación de las bases.
Muchos conservadores se debaten entre el pragmatismo y sus filias y fobias. Según las encuestas, el temido Clarke podría ganar la votación directa frente a Portillo. En cambio, los sondeos auguran una victoria de Portillo si su rival es Duncan Smith, lo que lleva a los portillistas a plantearse la necesidad de apoyar a este último durante las cribas para impedir el acceso de Clarke a la ronda final.
Pese a ser el favorito, sobre Michael Portillo pesa la duda de su cambio de rumbo político. El joven thatcherista de antaño se ha reconvertido en un apasionado defensor de la apertura del partido conservador a las nuevas inquietudes sociales. Tras perder en 1997 su escaño londinense, Portillo admitió en 1999 haber mantenido relaciones homosexuales en su juventud, acallando así el constante rumor de fondo que ponían en cuestión su vida privada. A los pocos meses recuperó su escaño en unas elecciones parciales, reivindicó como ningún conservador antes la Gran Bretaña mestiza y tolerante, y se labró con sorprendente rapidez una imagen de renovador con la que quiere ahora competir frente a la modernidad del nuevo laborismo.
Pero los partidarios de Hague le acusan de haberle hecho el vacío con el objetivo de arrebatarle el liderazgo tory. Por eso, muchos creen que, aunque parte con ventaja, la victoria de Portillo no está asegurada. Y recuerdan que ni John Major era el favorito para suceder a Margaret Thatcher ni William Hague figuraba en los primeros pronósticos para sustituir a Major.
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