Avalancha de críticas de los profesores por la baja informatización de las escuelas

Estas críticas contravienen la satisfacción de la Generalitat por el equipamiento y la conexión a Internet del 100% de los centros públicos catalanes (510 de secundaria y 1.500 de primaria), lo cual sitúa a Cataluña, en este aspecto, por delante del resto de España y de otros países, como, por ejemplo, Francia, Suecia y Dinamarca.

El viejo objetivo de equipar las escuelas ha recibido dos fuertes impulsos en estos últimos años. Por una parte, el llamado Proyecto Argo, pensado para integrar las nuevas tecnologías en los centros educativos, con una inversión pública de 7.690 millones de pesetas durante el periodo 1998-2001. Por otra, el convenio Educalia, firmado hace tres años con Telefónica, IBM y La Caixa.

Esta última aportó 2.000 millones de pesetas para comprar ordenadores para los centros, que la multinacional informática dejó a mejor precio, y para facilitar contenidos educativos. La operadora se ha encargado de la conexión, con un coste estimado inicialmente, previo a la puesta en marcha de la tarifa plana, también en 2.000 millones.

Aunque el convenio expiró el pasado mes de noviembre, Telefónica ha continuado pagando la conexión hasta este mes de julio. La operadora confirmó ayer que no renovará su compromiso, mientras que La Caixa seguirá adelante con los contenidos educativos. En total, el Departamento de Enseñanza se hace cargo del mantenimiento de 46.000 ordenadores de centros públicos en Cataluña.

Ordenadores paradosLos coordinadores informáticos -figura clave en la informatización de las escuelas- admiten el 'esfuerzo' de la Administración, pero no escatiman quejas por 'el desaprovechamiento del uso' de los equipos existentes, en palabras del presidente de la AEIC. Esta asociación reúne a 400 profesionales de la enseñanza en informática, tanto en centros de primaria como de secundaria.Todos los coordinadores consultados coinciden en que es 'frecuente' que los ordenadores estén parados, aunque no se atreven a concretar la proporción de centros con problemas por la falta de un estudio objetivo. 'No sólo a la Administración, sino también a la dirección de los centros le cuesta admitir que hay problemas, de cara a los padres', dice Pujades.'El cambio educativo que supone integrar las nuevas tecnologías no se impone por decreto. Es todo un proceso', analiza la situación el subdirector general de Tecnologías de la Información del Departamento de Enseñanza, Ferran Ruiz, quien añade que 'casos aislados no permiten generalizar'. La Secretaría para la Sociedad de la Información declina hacer evaluaciones porque la responsabilidad es de Enseñanza. Al margen de lo que los coordinadores consideran una baja proporción de alumnos por ordenador (12 de media, frente a cifras de un solo dígito en Dinamarca o Estados Unidos), los profesores localizan dos problemas: su propia formación y el colapso en el acceso a Internet.

'Muchos profesores tienen pánico a Internet y a los programas de software con los que llegan los ordenadores. No siempre hay alguien que sepa montarlos', señala Jordi Rodon, profesor de Filosofía del Instituto de Enseñanza Secundaria de Montmeló. Los profesores en Cataluña, con una media de edad de 40 años, son unos 60.200. Según la Generalitat, el número de inscritos en programas formativos fue de 10.302 en el curso pasado y de 12.557 en el actual. El 30% de inscritos no suele acabar los programas, en los que la Generalitat se ha gastado 350 millones de pesetas.Entre una sexta y una quinta parte de profesores se forman cada año. A un profesor puede tocarle un curso de 30 horas cada seis años, y 'el máximo de profesores de un centro con derecho a asistir a un curso es de 18, sin que puedan enseñarse unos a otros', lamenta Rodon.

Desde el Gobierno catalán, Ferran Ruiz subraya que el miedo del profesorado a las nuevas tecnologías debe 'desdramatizarse', que el número de inscritos en cursos crece (este año la proporción será del 25%) y que 'tampoco está claro el interés de que el porcentaje sea del 50%. No todo cambiará por un curso esporádico. Importa que exista oferta formativa'.

La cosa no acaba aquí. Los coordinadores informáticos critican la 'falta de planificación y de rumbo' de la Administración, que ha producido situaciones como ésta: a muchos centros llegaron en diciembre de 2000 remesas de equipos con las últimas versiones de los programas Photoshop o Adobe y el sistema operativo Windows 2000, pero los cursos de formación no se llevaran a cabo hasta cinco meses más tarde. 'Ha habido máquinas paradas, como quien dice sin desembalar, hasta abril', dice Pujades. En muchos casos, los ordenadores llegaban sin programas antivirus o con programas inadecuados.

Los problemas de formación también son cualitativos. 'Una cosa es saber usar un programa informático y otra, saber enseñar geografía aprovechando el potencial de Internet', subraya la AEIC. Enseñanza replica que entre las acciones formativas sí existen cursos con este fin.

La figura del coordinador informático sólo ha sido obligatoria en los centros desde el pasado mes de enero, y los afectados aseguran que muchas escuelas de primaria no tienen. En las de secundaria, en las que puede haber 500 alumnos, un solo coordinador se ve desbordado. Esta crítica sí se encaja deportivamente desde la Generalitat. 'Es un trabajo muy sacrificado. Hay pocos y les faltan horas', subraya.

Todo este panorama queda coronado con los problemas de conectividad que, según Narcís Castañer, profesor del centro Carles Rahola de Girona y secretario de la AEIC, están a la orden del día. El último ejemplo ha sido la inutilización, durante todo el pasado fin de semana, del servicio de correo electrónico de la XTEC (Red Telemática Educativa de Cataluña), cuya web rebosa de mensajes de este estilo: 'Si Internet es básico como la luz, ¿quién nos ha dejado a oscuras?'. Enseñanza le quita hierro. Dice que sólo en el 1,3% de tiempo de este año ha habido problemas. Éstos deberían acabarse antes de 2003, cuando se supone que las escuelas estarán conectadas con banda ancha, tras el objetivo político fallido de 2001 y después de la convocatoria de un concurso para adjudicar esta conexión a un operador.