La costa mediterránea se contagia del 'síndrome de California'
Alcaldes, ciudadanos y comerciantes de las principales zonas turísticas catalanas y valencianas exigen a las compañías eléctricas inversiones que garanticen el suministro
Ciudadanos y empresas de algunas zonas turísticas de las comunidades de Cataluña y Valencia viven en pleno síndrome de California. Observan con inquietud los continuos cortes de suministro eléctrico, que ponen en peligro la campaña de este verano.
Alcaldes y asociaciones de comerciantes exigen a las empresas eléctricas que realicen las inversiones necesarias para garantizar el suministro, mientras que las administraciones autonómicas localizan la raíz del problema en la baja interconexión entre sus redes de trasporte y las de las comunidades vecinas. En Cataluña, Fecsa-Enher, filial de Endesa, reconocen que se ha visto desbordada por la situación. En Valencia, Iberdrola minimiza el problema.
El pasado día 10 de mayo, unos 20.000 abonados de Fecsa-Enher, la mayoría pymes de Tarragona, se quedaron sin luz. Aunque la compañía eléctrica culpó entonces a la virulencia de una tormenta, lo cierto es que se trataba de un nuevo corte en el litoral catalán, especialmenrte castigado en la zona norte de Girona. La Costa Brava sufrió apagones importantes el pasado verano y los operadores turísticos se temen que la presente campaña resulte calamitosa por nuevas interrupciones del suministro.
El litoral catalán, incluida la región metropolitana de Barcelona, consume más el 80% de la energía eléctrica generada en la comunidad. Pero no existen problemas de generación. 'Cataluña está interconectada de forma insuficiente con sus vecinos, Aragón y Francia', según un informe de una comisión de expertos nombrada por el Parlamento catalán. El problema radica en la distribución de los últimos kilómetros.
Ayer mismo, y ante las protestas de algunos alcaldes de localidades afectadas y comerciantes de zonas turísticas, el director general de Energía de la Generalitat, Albert Mitjà, reconoció que 'para garantizar el suministro en Cataluña se deben construir nuevas redes eléctricas'. La urgencia del Gobierno catalán se acrecienta por las necesidades de nuevas infraestructuras como el Tren de Alta Velocidad (AVE).
En Valencia, la compañía Iberdrola, prácticamente monopolística en la comunidad, prevé algún problema puntual en el suministro este verano. Las zonas más castigadas otros años fueron las comarcas de La Safor (en Gandía y Oliva) y las dos Marinas (con centros vacacionales como Benidorm, San Juan o Calpe).
Otros puntos calientes donde pueden presentarse dificultades en caso de sobrecarga son la ciudad de Valencia, el triángulo Alcoy, Cocentaina y Alquería del Muro, Elche y Rojales, en Alicante, debido a la falta de redes de distribución alternativas. Iberdrola culpa a las administraciones locales de obstaculizar el tendido de nuevas líneas. Es el caso de la línea de Vilanova-Gandía, cuya instalación garantizaría el abastecimiento en el sur de la provincia de Valencia y norte de la de Alicante. Y los ayuntamientos culpan a la compañía de no respetar los criterios medioambientales. Algunas de las líneas pendientes atraviesan parajes de alto valor ecológico.
El temor a los apagones en los grandes centros turísticos de Alicante -en especial Benidorm, Xàbia y Santa Pola- continúa. Aunque los cortes en 2000 no fueron importantes, residentes y visitantes de Benidorm recuerdan el de la noche del 23 de julio de 1999, que duró más de una hora, informa Santiago Navarro.
Este verano, los apagones han afectado a Benidorm y Santa Pola. En el primer caso, el corte se registró el jueves, 28 de junio, y dio pie a una contundente respuesta del alcalde benidormí, Vicente Pérez Devesa, del PP. La Asociación de Comerciantes de esta población ha recomendado a sus asociados que demanden a Iberdrola cuando se registren cortes de fluido. En Santa Pola, el apagón también se produjo el mismo día y desató las críticas de los comerciantes. La última interrupción de importancia se registró la noche del pasado jueves y afectó, durante media hora, a la zona de playas de la ciudad de Alicante. En todos los casos, la compañía achaca las interrupciones a factores ajenos a la empresa. En Gandía (Valencia) se produjeron la pasada semana los primeros microcortes de energía y en la comarca textil de la Vall d'Albaida, los industriales denuncian pérdidas económicas por la misma razón.
En su defensa, Iberdrola alude al plan de infraestructuras eléctricas acordado el año pasado con la Generalitat Valenciana, que prevé unas inversiones de 100.000 millones de pesetas hasta 2005 en la construcción de infraestructuras de generación y de distribución, con el desbloqueo de tres infraestructuras de distribución: la de la Punta, en Valencia, la de Vilanova-Gandia, al sur de la misma provincia, y la de Rojales, en Alicante. La Consejería de Industria valenciana y la distribuidoras han acordado reforzar el sistema de comunicación de averías durante este verano.
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