_
_
_
_
Reportaje:CICLISMO

El Tour de los españoles

Induráin ya es historia, pero en 2001 los ciclistas españoles en masa prometen monopolizar la 'grande boucle', aunque no la ganen

Carlos Arribas

Diez años después no hay ningún Induráin en el horizonte. Es imposible. Hay algo diferente, que tampoco está tan mal. Hay una masa inmensa de ciclistas españoles con posibilidades de convertirse en protagonistas del Tour 2001. Aunque ninguno lo gane. El Tour, el primer Tour del siglo XXI, será muy español. Más español aún que el Tour 2000, el que reveló a Beloki, Mancebo y Botero. Es la herencia de Induráin: no sólo la cantidad de ciclistas buenos que ruedan por ahí, sino la actitud con que lo hacen.

Al proyecto Tour, esa filosofía que hace que la temporada deje de ser una sucesión interminable de fechas para convertirla en un antes y un despuésy en medio un objetivo, se han unido gentes nuevas y hasta un equipo entero, el Euskaltel-Euskadi. Junto a ellos, el ONCE-Eroski, el Kelme y el iBanesto.com serán los que lleven el peso de la carrera cuando lleguen los días decisivos. Sus tácticas marcarán las etapas. Y, aparte, otro equipo medio español, el Festina de Casero, y españoles en otros equipos: Heras en el US Postal, Atienza en el Cofidis, Marcelino García en el CSC-Tiscali...

Hay consenso entre los especialistas. Todos coinciden en señalar los diferentes niveles, la pirámide, del Tour 2001. Arriba, Lance Armstrong, el tejano inaccesible, el ganador de los dos últimos Tours; y, a su lado, aunque quizás unos centímetros por debajo, Jan Ullrich, el enigma alemán, que luchará, se espera, cara a cara para reconquistar un Tour que no gana desde 1997. ¿Y por debajo? Por debajo, España en masa. Cuatro equipos (casi cinco) y españoles por equipos de fuera. Todos con aspiraciones. Todos con gente Tour, ese tipo de ciclista que deja todo para julio y que pasa indiferente por todas las demás atracciones del calendario. Ya no sólo de pulgas escaladoras vive España.

El ciclismo español será masa crítica, pero no masa informe. Hay orden y jerarquía. Escalones, que dicen los directores. Y Joseba Beloki por encima de todos. El ciclista vasco, que cumplirá 28 años en agosto, es el hombre Tour por excelencia del ciclismo español actual. Beloki terminó tercero el año pasado, después de haber empezado la carrera como gregario del sprinter Wust en las etapas llanas y supuesto ayudante de Casero para cuando las cuestas llegaran. Ganó la libertad con la caída del valenciano el mismo día que él descubrió el Ventoux, y se descubrió grande a sí mismo. El mismo día que se juró que en 2001 volvería al Tour como líder y para ganarlo. Esa idea le guió para cambiar de equipo, para dejar el Festina por el ONCE. En el equipo de Manolo Saiz ha conseguido lo que nadie antes: domar al técnico, conseguir que no grite hasta la afonía en las contrarreloj, ganar respeto para sus ideas y su calendario, marcarse una preparación only Tour. Ha llegado julio, y Beloki, bueno en la montaña, bueno en la contrarreloj, llega con los deberes hechos. Puede ganar el Tour si Armstrong falla. Es el primer escalón.

Por debajo, pero no tanto, un cuarteto, Francisco Mancebo, el abulense que terminó de blanco (mejor joven) el Tour de 2000 y noveno en la general. Es su tercer Tour. Todo un experto en la carrera francesa a los 25 años. El Tour marca su camino de progresión. Una escalera. En 2001, para Mancebo, notable escalador, espartano y estoico, un peldaño más alto.

Con él, quizás un poco por encima, y también, quizás, un poco por debajo, está Roberto Heras, el grande classe. Su ambición es un misterio. Para muchos dejó el Kelme por el US Postal de Armstrong sencillamente para coger unos cuantos dólares y vivir bien el resto de su vida. Para otros, para él, lo ha hecho simplemente para aprender a ganar el Tour sirviendo, trabajando para el triunfador de los últimos años. Su preparación también es un misterio. No se sabe si está bien pero tocado de la rodilla, bienbien pero inexpresivo para que nadie lo sepa, o mal. Puede estar por encima si Armstrong falla y él asume el poder del equipo. Fuera Pantani, Heras en forma es el mejor escalador actual, el único capaz de arrancar y dejar clavados a sus rivales. Estará por debajo si su papel se limita a tirar de Armstrong hasta el último puerto. Perderá entonces las ambiciones de clasificación. Y, se supone, aprenderá para el futuro. Es su segundo Tour a los 26 años.

Debutantes

Cerrando el cuarteto, dos debutantes: Óscar Sevilla y Haimar Zubeldia, de 24 años ambos. Un escalador manchego, por fin, de nuevo en el Tour, y un ciclista vasco que personifica el morfotipo que tanto gustaba hace unos años: un corredor grande, un buen rodador con aptitudes escaladoras. Los dos han estado haciendo los deberes toda la temporada. Han hecho sus pruebas cerca de julio y se han puesto notable. Sevilla, escalador puro y nervioso, lanzado y temerario, estará al frente del Kelme junto al colombiano rubio Santiago Botero, el hombre más fuerte y peor dirigido del Tour 2000. Serán un dúo único y temible. Zubeldia, tranquilo, tranquilo, callado, conducirá al Euskaltel, el equipo naranja, que ha inventado una nueva forma de hacerse grande creciendo desde dentro.

Y después, más nombres, muchos, quizás alguno sea la gran sorpresa del Tour y deje en mal lugar a los de arriba. Pueden ser Aitor González, el donostiarra-alicantino del Kelme, o Eladio Jiménez, el salmantino del iBanesto.com, o Igor González de Galdeano, el vitoriano del ONCE-Eroski, o Iker Flores, el navarro del Euskaltel, o Atienza, el suizo del Cofidis...

Joseba Beloki y, detrás, Roberto Heras, en una etapa del Tour de Francia del año pasado.
Joseba Beloki y, detrás, Roberto Heras, en una etapa del Tour de Francia del año pasado.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_