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El Indalo se apunta al deporte

Un diseño de Antonio Esquivias sobre la figura prehistórica almeriense representa los Juegos de 2005

No ha habido sorpresas. El símbolo con el que la provincia de Almería se identifica a sí misma y se da a conocer fuera de su entorno, el Indalo, será el emblema de los próximo Juegos Mediterráneos, que la ciudad celebrará en el año 2005. De las diez propuestas presentadas al concurso de diseño, el Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos (COJMA) se decantó por la propuesta de Antonio Esquivias (Sevilla, 1949) creador de Curro para la Expo 92 y de la mascota de los próximos Juegos Ecuestres de Jerez en 2002. Los escolares se encargarán de bautizarla.

La elección del COJMA, que debía optar entre los cinco diseños más votados por la ciudadanía, ha coincidido de pleno con el deseo popular, que otorgó al Indalo más de 11.000 votos de las 20.300 papeletas presentadas en las urnas. 'El comité organizador ha visto que era la más adecuada. No es una mascota localista y su diseño a efectos de propaganda es fácil. Además, ha habido coincidencia entre el comité y la votación popular', aseguró el alcalde, Santiago Martínez Cabrejas.

Esquivias presentó su boceto como una 'original interpretación personal' de símbolos o conceptos ya existentes, iconográficos o no, aceptados universalmente como representativos de Almería, amén de contener los requisitos básicos de diferenciación y capacidad de comunicación. El diseñador ha sabido jugar su baza al hacer coincidir, 'no por casualidad', los colores asignados a su Indalo, con los colores del logotipo de la candidatura de los Juegos. El cóctel se antoja perfecto para un futuro mercadeo propagandístico con la mascota del evento deportivo: un tratamiento gráfico sencillo y una combinación del Indalo con el sol como parte del activo de la industria turística que, a su vez, transmite otros conceptos no gráficos inherentes a la forma de ser de los almerienses. 'La mascota que se propone', alega el diseñador en su defensa, 'es, sobre todo, una apuesta por el color, aportando gran cantidad de connotaciones, todas ellas positivas, que su uso conlleva incluyendo las de tótem de la suerte atribuidas al icono símbolo de Almería por antonomasia: hospitalidad, amistad, simpatía, alegría, apertura a todos y a todas, universalidad y, sobre todo, una indudable efectividad como vehículo de comunicación visual'.

No es la primera vez que el Indalo o Indal, como algunos lo denominan, ha servido de representación gráfica a un colectivo, movimiento u organización. Ya en los años cuarenta se alzó como símbolo de artistas y escritores en el denominado Movimiento Indaliano, liderado por el pintor Jesús de Perceval y cuyos postulados defendían un 'entendimiento mediterráneo' de la pintura cercano al cubismo por su sentido del volumen y la línea.

Este símbolo primario, secular, ancestral de una cultura tuvo sus orígenes ideográficos en los abrigos rupestres de Los Letreros (Vélez Rubio). Y los indalianos, entonces, acuñaron para sí la figura de piernas abiertas, colosal, que alza sobre sus brazos abiertos el arco iris y sostiene la inmensa bóveda del cielo.

De ahí a la interpretación más comercial sobre el significado del tótem prehistórico no han transcurrido demasiados años. Joyerías, tiendas de todo a cien, oficinas de turismo, estancos y toda suerte de comercios en los que vendan la figurilla a modo de colgante, pisapapeles, camiseta o abrecartas, adjuntan una etiqueta en la que se describen una suerte de capacidades protectoras del símbolo, unidas a la buena suerte y la descarga de energía positiva incluida por la compra del amuleto.

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Martínez Cabrejas (izquierda) y Vicente Añó mostraron ayer la mascota de los Juegos del Mediterráneo.
Martínez Cabrejas (izquierda) y Vicente Añó mostraron ayer la mascota de los Juegos del Mediterráneo.F. BONILLA

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