Ruano logra su mejor sueño

Las estadísticas de los enfrentamientos previos la daban ya como perdedora. En la documentación del WTA Tour que apareció antes del partido, figuraban tres derrotas de Virginia Ruano ante Martina Hingis. Y la tercera era, precisamente, la de ayer en Wimbledon. Sin embargo, la tenista madrileña, de 27 años, se rebeló, desmintió los pronósticos, desacreditó las estadísticas y realizó el mejor sueño de su carrera profesional: derrotar a Martina Hingis, la número uno del mundo, en la central de Wimbledon.

'Es un sueño', aseguró justo después de dar el gran golpe a Hingis, a la que dominó por 6-4, 6-2 en 1 hora y 5 minutos. 'Hace dos semanas gané mi primer título del Grand Slam en Roland Garros , y ahora acabo de vencer a la número uno del mundo. Es increíble'.

Ruano confesó que había llorado de felicidad, aunque nunca creyó que llegara a hacerlo. 'Hoy he soñado que me aplaudían, sin más. En el sueño no ganaba, sólo me aplaudían'. Hingis, que no suma un título de los grandes desde el Open de Australia de 1999, alegó que sufría una tendinitis en la espalda que incluso la hizo dudar hasta el último momento jugar. 'Apenas me pude entrenar en hierba', agregó la suiza, de 20 años, que en 1999 perdió también en primera ronda ante la yugoslava Jelena Dokic. 'No pude moverme bien en la pista y ella lo aprovechó. Jugó realmente bien', dijo.

Fue uno de sus mejores partidos, sin duda. Ruano entró en la pista libre de presión, estiró el brazo e hizo correr la bola con toda la fuerza de que disponía. Hizo correr con potentes golpes de fondo a Hingis y logró desequilibrarla. La suiza cometió 22 errores no forzados, algunos de peso. 'Yo no vi que estuviera lesionada', confesó Vivi, diminutivo con el que se la conoce. 'Me pareció que corría bien, que sacaba bien y lo hizo todo'.

Al final, Ruano sacó partido de su experiencia para evitar que el partido se le escurriera entre las manos. A lo largo de su historia ha vivido situaciones parecidas y ha atesorado algunos resultados de nivel, que la catapultaron en abril de 1999 hasta la 28ª posición de la clasificación mundial, la mejor de su vida. Fue una promesa en su juventud, cuando ganó los títulos alevín e infantil de España. Y luego, cuando dio el salto al profesionalismo alcanzó los cuartos de final en Roland Garros en 1995 y los octavos de Wimbledon, tras eliminar a Serena Williams, en 1998.

Su palmarés presenta los títulos de Cardiff (1996) y Budapest (1998). Sin embargo, su carrera ha sufrido evidentes altibajos. Comenzó a jugar en Madrid a los ocho años con Carmen Bustamante, hasta que su hermano Juan Ramón, entrenador de tenis, pasó a dirigir su carrera. Con él se desplazaron a Alzira, aprovechando una beca, y luego a Valencia por espacio de seis años. Al final regresaron a Madrid donde se entrenó con Juan Couder y Roberto Sancha. Hasta que hace un año comenzó a trabajar con Pepo Clavet, director técnico de la escuela de la federación de Madrid. Fue el último impulso para propulsar su carrera. Acabó el año siendo la 89ª mundial. Y, aunque su puesto ha mejorado poco todavía (es la 83ª), sus títulos de dobles en París y su victoria de ayer ante Hingis le han devuelto la pasión por este deporte. Su próxima rival será la rusa Lina Krasnoroutskaya (37ª mundial), de 17 años. 'No recuerdo ni su cara. Hay tantas jugadoras del Este que han explotado últimamente que las confundo', dijo.

La de ayer fue una gran jornada española. También ganaron Carlos Moyà, Juan Carlos Ferrero, Tommy Robredo, Germán Puentes, Arantxa Sánchez y Conchita Martínez. Algunas de estas victorias adquieren especial relevancia. Para Ferrero se trataba de su segundo partido en hierba -debutó el año pasado en Halle- y lo despachó con la misma solvencia que demuestra en tierra batida, a pesar de enfrentarse a un jugador británico, Luke Miligan (524º mundial). También Robredo debutaba y pasó la primera ronda sorprendiendo al israelí Harek Lewy (38º mundial). Pero el mayor mérito fue para Carlos Moyà, que salvó una desventaja de dos sets a cero y acabó imponiéndose. Tuvo en la grada la inestimable ayuda de Santi, un salmantino, estudiante de marketing, que lleva siete años en Londres y que le animó desde la grada cuando las cosas andaban realmente mal para el mallorquín. 'Claro que te ayuda tener a alguien así que te apoye', confesó Moyà. 'Te anima a proseguir tu lucha'. Santi fue crucial para el mallorquín. Y cuando se despidiron, el salmantino le dijo: 'Nos vemos en la final'.

Resultados. Primera ronda. Masculinos. Sampras (EEUU) vence a Clavet, 6-4, 7-6 (7-5), 6-4. Ferrero a Miligan (Reino Unido), 6-0, 6-2, 6-2. Moyà a Godwin (Suráfrica), 2-6, 6-7 (4-7), 6-3, 6-4, 6-4. Sanguinetti (Italia) a Portas, 6-3, 3-6, 6-3, 6-7 (5-7), 7-5. Black (Zimbabue) a Martín, 6-1, 6-1, 6-0. Nestor (Canadá) a Blanco, 6-2, 6-3, 6-2. Puentes a Puerta, 6-3, 7-6 (7-2), 6-4. Malisse (Bélgica) a Diaz, 6-2, 6-3, 6-3. Novak (R. Checa) a Vicente, 6-1, 6-4, 6-3. Robredo a Lewy (Israel), 7-6 (7-5), 6-5 y abandono.

Femeninos. Ruano a Hingis (Suiza), 6-4, 6-2. Arantxa Sánchez a Salerni (Argentina), 6-3, 6-3. Sugiyama (Japón) a Llagostera, 7-5, 2-6, 6-2. Conchita Martínez a Bedanova (R. Checa), 6-2, 3-6, 6-3. Pisnik (Eslovenia) a León, 1-6, 6-1, 6-4.