Detenido el menor al que una juez dejó libre por la ausencia del equipo técnico

La juez María de Gracia Martín Duarte, del Juzgado número 6 de Menores, ordenó el internamiento del menor a la vista del contenido de los informes elaborados por los técnicos del equipo número 10 y a petición de la Fiscalía de Menores.

Este menor está involucrado en la muerte del ciudadano ecuatoriano Ángel María Guamán, de 50 años y pintor de profesión, ocurrida el 28 de mayo en la calle de Escalona. Sufrió una puñalada en un muslo, con tan mala suerte que le seccionó la arteria femoral. Guamán recibió la cuchillada cuando era atracado por tres jóvenes, entre los que se hallaba el marroquí detenido de nuevo ahora. Fue arrestado por agentes de la comisaría de Latina en la calle de Villaviciosa. Según fuentes policiales, iba andando por la calle, los agentes le reconocieron y él no opuso resistencia.

El joven fue detenido por primera vez, en relación con este crimen, el pasado día 14 de mayo, 17 días después del homicidio. Iba con otro menor, de 16 años, que supuestamente también había intervenido en el homicidio y que ahora se halla internado en un centro de menores. El tercer implicado en el atraco y supuesto autor de la cuchillada continúa en paradero desconocido.

Turno de guardia La polémica sobre lo ocurrido con el menor ahora nuevamente detenido saltó al trascender que la juez le había dejado en libertad el pasado sábado, al no estar presentes en la comparecencia judicial los miembros del equipo técnico de la fiscalía. La nueva Ley Penal del Menor exige que los técnicos estén presentes en la comparecencia y sugieran al juez la medida cautelar más adecuada para su reinserción. Durante las 24 horas en que estuvo detenido en la fiscalía, antes de ser llevado ante la juez, los peritos le estudiaron e incluso hicieron el informe, pero se negaron a acudir a la comparecencia judicial porque era sábado y no hay establecido un turno de guardia remunerado. La juez podía haber prorrogado hasta 72 horas el periodo de detención del menor, pero aquélla entendió que 'una desidia administrativa' (no establecer un turno de guardia y pagarlo) no era una causa que justificase la prórroga de la detención del menor.

Tras dejarlo libre, la juez volvió a ordenar su detención, pero el menor ya estaba en paradero desconocido para los agentes, que, finalmente, volvieron a detenerle ayer. Tras ser detenido por la mañana en la citada calle y conducido urgentemente a la fiscalía, desde ahí se le llevó, sobre las dos de la tarde, ante la juez. El horario de los equipos técnicos es de ocho de la mañana a tres de la tarde y no incluye los fines de semana. 'Ha estado a punto de ocurrir lo del otro día', manifestaron ayer fuentes jurídicas.