Las asesinas de Klara García cumplirán íntegramente su condena

R. C. T., de 18 años de edad en la actualidad, no apela por 'expreso deseo' de su familia, mientras que I. S. G., de 17, rechaza la libertad provisional para no interrumpir el tratamiento psicológico al que está sometida.

El plazo para presentar los recursos ante el Tribunal Supremo venció ayer. Ninguno de los dos abogados apeló. El letrado de la mayor de las condenadas, Luis Pérez Matallana, despejó ayer la incógnita que quedaba por resolver después de que el viernes trascendiese que la otra chica no recurriría. El abogado informó de que no apeló 'siguiendo instrucciones directas' de la familia de su cliente, aunque no desveló las razones de esta decisión.

Si alguna de las dos jóvenes hubiese recurrido habría quedado en libertad provisional hasta la celebración del nuevo juicio, pues ya han cumplido los seis meses de periodo máximo en prisión preventiva fijado por la nueva Ley de Responsabilidad del Menor.

Tratamiento

Éste es uno de los factores determinantes que han pesado más para que los abogados defensores no apelasen. No querían que sus clientes estuviesen en libertad. En el caso de I. S. G., como explicó su letrado, Fernando Serrano, para no interrumpir el tratamiento.

Por su parte, el abogado Luis Pérez Matallana defendió en el juicio que R. C. T. no podía quedar en libertad provisional porque se vería obligada a regresar de inmediato a San Fernando, 'donde encontraría un ambiente muy hostil y con serio riesgo para su integridad', ante la imposibilidad económica de su familia de sufragar los gastos de una estancia fuera de su vivienda.

Los padres de la víctima, María Casado y José Antonio García, recibieron ayer la decisión de las defensas de las asesinas de su hija con 'moderada satisfacción'.

'Es bueno que estas chicas cumplan su condena, aunque en verdad merecían estar en la cárcel', dijo García, quien discrepó sobre las razones expuestas por los abogados defensores.

Prisión

El padre de Klara García sostuvo que las jóvenes no han recurrido para evitar que cumplan mucho más tiempo de la parte final de su condena en prisión, que es donde ingresarán las asesinas confesas cuando cumplan 23 años.

'Las chicas no están mal de la cabeza, sino que son malas, y eso es una enfermedad del alma que no se puede curar', señaló el padre de Klara García. 'De ahí que no necesiten tratamiento y no recurren para estar el menor tiempo posible en la cárcel', explicó José Antonio García.

El padre de Klara García anunció que, pese a la resolución judicial del crimen de su hija, seguirá 'luchando' para que se modifiquen algunos artículos de la nueva Ley del Menor.

'Es necesario endurecer las penas para los delitos de sangre y que se contemplen los derechos de las víctimas', insistió el padre de la chica asesinada.