El jurado declara inocente al acusado de matar a Trini Agulló
La vista oral que esta semana se ha celebrado en la Audiencia de Alicante por el asesinato de la joven Trinidad Agulló, que en su día conmoció a los vecinos de Elche, ha girado en torno a la fuerza inculpatoria de la única prueba de cargo, el testimonio del mentado testigo protegido. Finalmente, a tenor del veredicto del jurado, esta prueba 'ha sido insuficiente' para demostrar la culpabilidad del acusado. En el lugar de los hechos no se econtraron huellas dactilares del procesado y tampoco unos pelos hallados pertenecían al mismo, según la prueba del ADN. La víctima falleció a consecuencia de 11 puñaladas que le asestó el agresor.
El testigo protegido [una persona que en la fecha de los hechos residía en una calle próxima al garaje donde Agulló fue asesinada] declaró, tres años después, que la noche de autos vio salir del lugar del crimen al acusado, 'con un objeto punzante y la mano derecha ensangrentada'. La defensa ha expresado desde el principio sus dudas sobre la veracidad de este testimonio. 'Por la detallada descripción que hizo tres años después de la persona que vio salir del garaje, por el tiempo transcurrido en denunciar los hechos y porque existen dudas de que esa persona residiera en esa zona de la ciudad', dijo el letrado José Antonio Peral. Una docena de vecinos del inmuble donde el testigo clave aseguró que residía aseguraron ante el tribunal que no reconocían a esa persona como su convecino.
Este letrado también aseguró que hay indicios, 'aunque no prueba' de que el testigo protegido tiene antecedentes policiales. Peral lamentó que el juzgado bloqueara cualquier investigación en este sentido. Tras la decisión del jurado, el letrado dijo: 'El veredicto viene a corroborar que el caso, desde el punto de vista de la investigación policial, se cerró en falso'. El letrado de la acusación particular afirmó: 'Habrá que seguir investigando para encontrar al responsable'.
Por su parte, la madre del acusado, aparte de insistir en que la acusación contra su hijo fue 'un montaje', expresó su satisfacción por la resolución del jurado: 'Se ha demostrado que la Justicia española es lenta, pero segura', dijo. 'Con todo, nos han quitado dos años y medio de vida', añadió.
El procesado negó en todo momento cualquier relación con los hechos. T. B. declaró que sufre un esquizofrenia paranodie desde 1992. Este extremo fue ratificado ayer por los forenses. Uno de los especialistas aseguró que 'si realmente T. B. hubiera cometido el crimen, dada su enfermendad, lo hubiera confesado'.
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