Sólo un 7,5% de los chabolistas realojados se adaptan mal a vivir en pisos

La difícil adaptación a la vida en comunidad de algunas familias chabolistas realojadas en pisos llegó ayer a la Comisión de Servicios Sociales de la Asamblea de Madrid. Florencio Martín, director del Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) de la Comunidad, aseguró que sólo un 7,5% de las 1.100 familias ya realojadas, a las que el IRIS realiza un seguimiento social, 'tienen alguna dificultad en la convivencia' tras su traslado a pisos. Y, de ellas, un 4,5% presenta 'graves dificultades' para aceptar las normas de una comunidad de vecinos.

Martín considera estos datos 'un éxito'. En los últimos dos años, el IRIS ha abierto cinco centros de desarrollo comunitario -en Leganés, Getafe, Madrid-Sur, Valdebernardo y Vicálvaro- cuyo objetivo es limar problemas que puedan surgir en los barrios con más chabolistas realojados.

La oposición acusó a Martín de contar 'bonitos cuentos que tienen poco que ver con la realidad'. Para Caridad García, de IU, el IRIS 'pone más hincapié en gestionar viviendas para los realojamientos que en los programas de apoyo social a estas familias'.

Francisco Contreras, del PSOE, se refirió a la situación de varios bloques de pisos del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) en el barrio de Valdebernardo (Vicálvaro). 'En las parcelas 13 y 14 del bulevar de Indalecio Prieto, un 70% de las familias realojadas tiene serios problemas sociales, lo que dificulta la convivencia y ha creado tensión con el vecindario, aunque, por fortuna, los ánimos están ahora más tranquilos', indicó refiriéndose a las quejas por la falta de civismo y actitudes amenazantes de algunos realojados.

'No debe concentrarse a tantas familias con carencias en una zona, y hace falta más seguimiento social, algo imposible cuando en el barrio hay 13 educadores del IRIS para 500 personas', añadió.

Martín explicó que en dichas parcelas el IRIS sólo ha realojado a 39 familias chabolistas, pero admitió que otras, con similares carencias, han accedido a esos pisos a través de adjudicaciones directas y sorteos del Ivima. El centro de desarrollo y un mediador están trabajando para reducir los problemas. En la región hay 1.537 chabolas, el 85% en la capital.