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Los inmigrantes regresan eufóricos a la iglesia del Pi para recoger sus papeles

Marroquíes, paquistaníes, senegaleses, indios... Hasta un millar de ellos volvieron a llenar ayer la nave principal de la iglesia del Pi de Barcelona. Pero esta vez entraron eufóricos, coreando cánticos en sus lenguas, gritando 'viva Cataluña' y 'muchas gracias, España'. La gran mayoría - 860- salieron a las pocas horas con una carta bajo el brazo en la que se les comunica la concesión de su permiso de residencia.

Los propios inmigrantes quisieron que el acto simbólico de entrega de los papeles se hiciera en la parroquia que abanderó el encierro masivo que más de 700 inmigrantes realizaron durante 47 días a principios de año.

El párroco, Josep Maria Vidal, tampoco dudó ayer en ceder la iglesia para celebrar el acto de recogida de papeles. 'Estuvimos con ellos en los momentos de lucha y sufrimiento. Ahora también queremos compartir con ellos estos momentos de celebración', dijo ayer con evidentes dificultades para contener su emoción. Desde el primer momento, Vidal hizo suya la lucha de los inmigrantes por conseguir papeles y ayer ellos se lo agradecieron con un improvisado homenaje. Los representantes de los distintos colectivos de inmigrantes hicieron un corro a su alredor, le levantaron los brazos y le entregaron un ramo de flores. Todos los presentes le dedicaron un caluroso aplauso.

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Mosén Vidal recordó que nada se hubiera conseguido sin la colaboración de la Asamblea Papeles para Todos, los voluntarios y las entidades Justícia i Pau, Cáritas y el sindicato CGT.

Las cartas que ayer fueron entregadas a 860 de los inmigrantes que solicitaron su regularización tras el encierro en las iglesias les permitirán conseguir la tarjeta de residencia válida para un año. El 20% de los inmigrantes han presentado también una oferta de empleo, por lo que les será concedido un permiso de trabajo. El resto de los inmigrantes recibirán este documento a medida que vayan presentando la correpondiente oferta de empleo.

Los inmigrantes congregados ayer en la iglesia del Pi han obtenido los papeles gracias al acuerdo al que llegó la Delegación del Gobierno con los representantes de los inmigrantes encerrados, que posteriormente ha servido de modelo para solucionar conflictos similares en el resto de España. Al acuerdo se han podido acoger no sólo los inmigrantes que participaron en el encierro, sino todos los que llegaron a España antes del 23 de enero de 2001, fecha en que entró en vigor la nueva Ley de Extranjería, y que podían alegar motivos humanitarios o de arraigo.

La Delegación del Gobierno recibió más de 2.000 expedientes, de los que 960 ya se han resuelto. De éstos, los titulares de 906 han obtenido papeles.

No todos los que tomaron parte en el encierro pudieron celebrar ayer la obtención de papeles, por lo que en el altar de la iglesia del Pi, entre la exaltación de la gran mayoría, un grupo de extranjeros realizó una sentada para protestar contra la 'injusticia' que consideran que se ha cometido con ellos.

Rosa Martorell, una voluntaria conocida entre los inmigrantes como la 'mamá' por la incondicional entrega que ha demostrado a sus reivindicaciones, denunció que la Delegación del Gobierno 'no ha cumplido íntegramente los acuerdos porque todavía hay más de un centenar de inmigrantes de los encierros sin regularizar'.

Mientras, Norma Falconi, portavoz de la Plataforma Papeles para Todos, aseguraba que los inmigrantes que realizaron el encierro ' han derrotado al Gobierno del PP y a su Ley de Extranjería dura y represiva'. 'Hasta hoy, todos ellos eran clandestinos y ahora les ha llegado la hora de vivir dignamente en el país', añadió.

Algunos de los inmigrantes que han logrado papeles, sin embargo, no eran tan optimistas. Encontrar un empleo no les resultará fácil, y sin un empleo son pocas las posibilidades de rehacer la vida.

Mosén Josep Maria Vidal, ayer, rodeado de inmigrantes en la iglesia del Pi.
Mosén Josep Maria Vidal, ayer, rodeado de inmigrantes en la iglesia del Pi.MARCEL.LÍ SÀENZ

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