Carod afirma que la gestión de Mas originará 'añoranza' de Pujol

Las relaciones entre Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana (ERC) han experimentado un fuerte deterioro desde el momento en que Jordi Pujol escogió al Partido Popular (PP) como aliado para esta legislatura. Pero los ataques de CiU a los republicanos se han agudizado cuando ERC ha mostrado que puede inclinarse en favor del socialista Pasqual Maragall si los resultados electorales la colocan en posición de bisagra, y convertirse en el partido que complete una futura mayoría de izquierdas en el Parlament.

El líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, dejó claro que eso es lo que origina las iras en su coalición. Los dirigentes de CiU se han acostumbrado durante años a que ERC orbitara en torno a ellos como un satélite sin capacidad para alejarse, y por esta razón Duran criticó a ERC que su 'único objetivo' actual sea 'debilitar y desgastar a CiU para que en las próximas elecciones Maragall pueda llegar a ser presidente de la Generalitat'.

A los dirigentes de CiU les duele, además, que sean los republicanos, hasta hace poco tan próximos, quienes les acusen de ser una fuerza carente 'de valores y dignidad', como hizo Joan Ridao el pasado viernes. 'Conviene que entiendan que el afán que demuestran haciendo el trabajo sucio a Maragall no puede sobrepasar ciertos límites', advirtió Duran.

Pero los ataques y admoniciones de Duran y Mas no hacen ya mella en ERC. Los republicanos los interpretan como una consecuencia de la alianza de Pujol con el PP. 'CiU se arrodilla ante el PP y ataca al partido de Macià, Companys, Irla y Tarradellas', dijo Carod. Sostuvo que afirmar que ERC no aporta nada a Cataluña como hizo Mas ayer es una muestra de ignorancia histórica y, a su vez, que esta ignorancia es un 'contagio' de las tesis de la ministra de Educación, Pilar del Castillo. CiU está de parte del PP y el PP está 'encantado' con CiU, subrayó Carod.

Todo esto es expresión también, según los republicanos, del nerviosismo causado en la cúpula de CiU por las tendencias que marcan los sondeos sobre intención de voto. Carod recordó el dato fundamental para él: 'Esquerra sube a medida que baja Convergència'. Y esa tendencia se produce, a su juicio, porque CiU 'no es de fiar'. Recordó que la coalición de Pujol ha aportado unos decisivos votos en las Cortes a favor del trasvase del Ebro, con lo que se ha ganado la hostilidad de los electores de las comarcas ribereñas. La consecuencia de esta política de CiU es, aseguró, que ya hay devolución de carnets en las filas de CiU.

'Cargando contra la buena gente de Esquerra, Mas se equivoca', sentenció Carod. Su conclusión fue que la gestión de Mas como secretario general de Convergència y como conseller en cap 'logrará que acabemos añorando a Pujol'.