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Encarcelado el marido de la mujer cuyo cadáver fue hallado en la depuradora de San Agustín

Raquel Chaves había contratado a un abogado para iniciar los trámites de separación

Los buenos momentos entre Amador y Raquel quedan lejos. Se casaron hace unos 20 años y tenían una hija de 12. Desde hace tres meses la relación estaba deteriorada. Tanto que Raquel se quería separar de su marido. 'Ella había contratado a un abogado para separarse, nos comentaba que la relación ya no iba bien', explicó ayer un camarero del bar Los Arcos, situado en el centro de Alcobendas, donde Raquel trabajaba desde hacía dos meses. 'Últimamente reñían bastante y él venía a casa, llorando, diciendo que aún la quería. El matrimonio estaba roto y ella quería dejarle, quería separarse y comenzar una vida nueva', explicó ayer una vecina.

El rastro de Raquel se desvaneció durante el fin de semana, según explicaron ayer unos vecinos. El propio Amador fue quien denunció la desaparición de su mujer en Alcobendas hace cinco días. La Guardia Civil inició una búsqueda intensiva por los alrededores del chalé del matrimonio, situado en el camino del Arroyo Cárdenas, en una zona rústica conocida como Las Vargas, dentro del término municipal de El Molar. Hasta un helicóptero de las fuerzas de seguridad sobrevoló la zona en vuelo rasante para tratar de localizar el cuerpo.

Los agentes peinaron la zona, eriales, caminos, un arroyo... Sin éxito. Localizaron el coche que últimamente conducía Raquel -un Rover de color verde, propiedad de su marido- en un camino de tierra a poco más de un kilómetro de la vivienda del matrimonio. Estuvieron buscando durante días.

El misterio de la desaparición se resolvió a mediodía del jueves. Raquel fue hallada muerta en la depuradora de San Agustín de Guadalix. Su cadáver, desnudo, flotaba en las aguas del colector de aguas residuales, informa F. J. Barroso.

Un médico del Instituto Anatómico Forense de Madrid le practicó ayer la autopsia al cadáver de Raquel. No encontró marcas de puñaladas ni de disparos, por lo que se cree que la mujer pudo haber muerto estrangulada o ahogada, según fuentes del caso.

El recorrido de la investigación ha llevado de nuevo al domicilio de Raquel. La titular del Juzgado número 3 de Alcobendas, que lleva el caso, ordenó la detención y el ingreso en prisión de Amador como el supuesto homicida de su esposa. El detenido fue trasladado ayer al penal de Soto del Real, según fuentes judiciales.

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Amador era propietario de tres tiendas de deportes en Alcobendas conocidas como Mentasport. En esa localidad de la periferia norte de Madrid conoció a Raquel. Ella vívía allí con su madre y hermana, Yolanda, unos pocos años menor que ella. El padre había fallecido, comentaron los vecinos.

'Hace años, el negocio de las tiendas le iba muy bien a Amador. Hizo mucho dinero pero tambien gastó mucho, invirtió unos 30 millones en el chalé. Hace unos dos años, las tiendas dejaron de vender y Amador se arruinó. Tenía muchas deudas con proveedores e incluso fue embargado en alguna ocasión', aseguró un vecino.

Raquel trabajó con Amador en las tiendas hasta que cerraron. Amador se quedó sin el negocio y fue vigilante de seguridad privada durante unos meses. Luego se metió de albañil en una empresa de la construcción, donde trabajaba desde entonces. 'Ahora estaba en una nave que se está construyendo en el polígono industrial de San Agustín', afirmó un vecino.

Su mujer tambien buscó trabajo y lo encontró en el bar Los Arcos de Alcobendas. 'A Amador no le gustaba que Raquel trabajara hasta la madrugada en la cafetería. Era muy celoso y no lo ha podido aguantar', concluyó una vecina. Es el segundo supuesto crimen de violencia contra las mujeres ocurrido en la Comunidad de Madrid esta semana.

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