_
_
_
_
Crónica:FERIA DE SAN ISIDRO | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Impresionante cogida de El Juli en Las Ventas

El tercer toro le pegó a El Juli una cornada menos grave. Se la pegó como suelen hacerlo los toros de casta: recrecido y con saña, tirando derrotes hasta el infinito.

La aparatosidad del percance fue tal que hubo sensación de cornada grande, y cuando las asistencias, seguidas de un tropel de gentes, se llevaban a El Juli a la enfermería, cundió en los tendidos la consternación y hasta la histeria.

Suele ocurrir siempre que hay cogidas en la feria. Los isidros no están acostumbrados a estos sinsabores ni a los avatares de la lidia y cuando ocurren imprevistos se ponen de los nervios. A un aficionado que le había reprochado a El Juli, un rato antes, su reiteración en poner las banderillas sólo por el pitón derecho, le armaron una bronca al producirse la cogida y algunos de los isidros más iracundos pretendían echarlo de la plaza.

Guardiola / Puerto, Rivera, Juli

Toros 1º, 4º y 5º, de Guardiola Fantoni; resto, de Guardiola Domínguez: muy desiguales de presencia; terciados los dos primeros; serios los restantes; 3º y 5º, con destacado trapío. Todos manejables, aunque con las dificultades propias de la casta. Víctor Puerto: pinchazo hondo perdiendo la muleta, tres pinchazos -aviso-, nuevo pinchazo, otro saliendo trompicado y perseguido, un pinchazo más, capoteo de peones y descabello (algunos pitos); pinchazo perdiendo la muleta, media atravesada ladeada y descabello (silencio); bajonazo, rueda de peones -aviso- y descabello (ovación y saludos). Rivera Ordóñez: estocada trasera, rueda de peones y tres descabellos (silencio); media estocada trasera y descabello (silencio); estocada corta baja y estocada (silencio). El Juli: cogido cuando muleteaba al tercer toro. Enfermería: asistido El Juli de cornada de 12 centímetros, superficial, en el triángulo de Scarpa, pronóstico menos grave. Plaza de Las Ventas, 5 de junio. 27ª corrida de abono. Lleno.

Como si tuviera algo que ver el culo con las témporas. El Juli, efectivamente, banderilleó únicamente por el pitón derecho, además con mediana brillantez, mientras en los prolegómenos de su faena de muleta estuvo hecho un jabato y precisamente que se arrimara de firme condicionó la cogida.

Lo de El Juli es un caso y su actitud en la feria merece una justa ponderación. En el anuncio de los carteles se destacó que, por primera vez, acudían las figuras con ánimo de protagonizar gestas, para lo cual torearían corridas con fama de duras. Y así fue, pero según y como. Porque vino la figura Joselito con los toros de Partido de Resina (antes Pablo Romero), y eran una calamidad; volvió la mencionada figura, ahora acompañado del figura por antonomasia, José Tomás, con los toros de Adolfo Martín y aún resultaron más calamitosos. De manera que las gestas se tornaban en muecas; las corridas duras en una sarta de inválidos aborregados y fumados.

Habida cuenta del precedente se temía que los Guardiola de El Juli para la consabida gesta serían otra muestra de engaño y de torería falaz. Pero no. Los Guardiola sacaron el trapío de su estirpe, la casta que les es propia, y precisamente el toro de la cornada, primero de El Juli, fue uno de los más serios y mejor presentados de la corrida.

Luego las intervenciones del torero tendrían sus acostumbrados altibajos: bien con la capa, un remate de tijerillas lo realizó torerísimo, banderilleó sin relieve con dos pares y medio -siempre, efectivamente, por el pitón derecho-, planteó la faena de muleta en el mismísimo platillo.... Allí se echó de inmediato la muleta a la izquierda e instrumentó unos naturales de más aguante que temple pues la casta del toro le desbordaba. Y, en uno de ellos, resultó prendido, encampanado, recogido de la arena, vuelto a cornear...

Ya El Juli fuera de combate, el mano a mano Víctor Puerto-Rivera Ordóñez en que quedó el cartel, no hizo mucha ilusión ni despertó excesivas esperanzas, francamente. Lo visto hasta entonces, desde luego, enturbiaba las perspectivas. Víctor Puerto había tenido en el toro que abrió plaza una de sus más desmañadas y espesas actuaciones que se le hayan conocido en Madrid, empeorada al manejar el acero con total desánimo. Rivera Ordóñez ofreció en el segundo de la tarde su habitual chinchorreo muleteril, venga de pegar derechazos insulsos, tandas interminables de naturales alejados de su persona para lo cual los trazaba por la periferia...

La nobleza del Guardiola quinto, versión Fantoni, propició intervenciones muy interesantes de Víctor Puerto. Por ejemplo, el pase cambiado por la espalda que dio en el centro del redondel. O un par de series de redondos corriendo estupendamente la mano. O el derroche de ayudados y trincherillas, prácticamente ligados, con que resolvió gallardamente -toreramente- una situación apurada en la que el toro le había tirado un pitonazo al muslo, rompiéndole la taleguilla. No obstante y sin que pareciera existir ningún motivo, ahí se le terminó la inspiración a Víctor Puerto, ya no poseyeron la misma solidez y frescura los naturales, la faena se vino abajo y mató de un horrendo bajonazo.

Rivera Ordóñez, pese a su tenacidad derechacista y su empeño en meter pico, no obtenía resultados satisfactorios. Al cuarto le dio un circular citando de espaldas que lo dejó mareado, perplejo y sentado en la candente. Al sexto lo recibió mediante la larga cambiada de rodillas. Y ni por esas. La gente a lo que estaba era a irse. Con semejantes trazas y sin El Juli, la fiesta no tenía color.

<font size="2"><b>Impresionante cogida de El Juli en Las Ventas</font></b><br>
Impresionante cogida de El Juli en Las VentasLUIS MAGÁN
<i>El Juli</i> es trasladado por las cuadrillas a la enfermería tras ser cogido cuando toreaba el tercer toro.
El Juli es trasladado por las cuadrillas a la enfermería tras ser cogido cuando toreaba el tercer toro.EFE

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_