BOTAS A MOTOR

El cuento preferido de Víctor Gordéyev era El gato con botas. Eso explica que creciera con la idea de inventar unas botas de siete leguas. Hasta que lo consiguió: Gordéyev ha creado unas botas a motor. En el tacón, las botas llevan un motorcito que funciona con gasolina y que permite avanzar a saltos. Los primeros 15 pares de botas, que permiten cubrir tranquilamente en una hora 35 kilómetros a campo traviesa, fueron hechos en una fábrica de la industria militar de la ciudad secreta de Zlatoust, en los Urales. Gordéyev bautizó su invento con el nombre de Saigak, como se llama en ruso el saiga o antílope de las estepas. Ahora, Gordéyev trabaja en perfeccionar las botas, que, en su opinión, son demasiado pesadas: dos kilos y medio cada una. Su meta es reducir el peso a un kilo, con lo que quien las use podrá cubrir 50 kilómetros en una hora. El precio actual de las botas es de unas 78.000 pesetas, y Gordéyev confía en que el Ejército ruso se interese por comprarlas. Por cierto, la Cámara de Comercio e Industria de los Urales acaba de realizar un concurso de inventos, entre los que hay algunos bastante exóticos. Por ejemplo, un químico propuso, como medio de defensa contra las violaciones, fabricar un aparato en forma de una jeringa que contiene un líquido elaborado por el inventor. El aparato debe llevarse en el órgano a proteger, y cuando el violador entra en acción, recibe una inyección que lo deja dormido e impotente por una semana.