La corrida de Guardiola viene mal presentada
Este año se ha cantado, a tambor y cornetín, que las figuras se han apuntado a las llamadas corridas duras. Pero si las corridas del apunte van a venir como la de Guardiola, que se puede ver en la venta del Batán, ya podemos ir entendiendo el porqué de la inscripción.
Muchos de los comentarios de los visitantes de la venta en torno a estos toros coincidían en su escaso trapío con la presencia de El Juli en el cartel. Y es que la corrida ni tiene volumen, ni tiene hechuras para Las Ventas, ni tiene pitones. Hay un torito, el número 14, con el hierro de Guardiola Domínguez, que no debería pasar el reconocimiento porque es totalmente anovillado. El mismo camino debería recorrer el número 24, con el hierro de Guardiola Fantoni, de poco trapío y trazas de novillo.
El resto del encierro tiene algo más de apariencia. Hay un número 38, fuera del tipo de la ganadería, porque está enmorrillado, pero que tiene muy poca seriedad, por sus escasas defensas. Hay otro, de Guardiola Domínguez, con el número 44, que tiene más alzada y más desarrollo corporal. El mejor presentado es el número 20, un burel bragado, calcetero y coliblanco, con los pitones más crecidos y también con más altura. Además de El Juli, lidiarán esta corrida el martes Víctor Puerto y Rivera Ordóñez.
La corrida del Conde de la Corte estaba recién desembarcada y las reses correteaban sin sosiego. Han venido peor armados que en otras comparecencias y muy desiguales, tanto en el tamaño de las astas como en el de la configuración de su caja y esqueleto.
Muy reducido, con hechuras de novillo, está el número 19 que, además, es muy pobre de pitones, especialmente si se le ve de perfil. Visto de frente aparenta más, porque es playero. Tampoco es muy aparente el número 18. No está mal el número 90, y el de más presencia y trapío es el número 3. Matarán esta corrida, el miércoles, Óscar Higares, Pepín Liria y Juan José Padilla.
La que viene como para no ponerle ningún pero es la corrida de Samuel Flores. Toros preciosos por su estampa. Toros para el dibujo, para el lienzo, para el cartel. A destacar el trapío del número 13, que luce el hierro de María Agustina López Flores. Es un toro hondo y alto, muy cornalón y astifino. Otro medallón es el número 75, un castaño oscuro muy bien hecho. Los pitones del número 48 son de susto. Y el más cómodo de cabeza, si es que con tal tamaño de astas pude hablarse de comodidad, es el número 40, que es corniapretado.
Los toros de Monteviejo vienen en su típica línea de Barcial. Bajos de agujas y cornalones. El más chico es el número 41, calcetero y botinero. Muy hondo es el número 44, y el número 37, un berrendo caribello, es un toraco.
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