Primeras gotas del río andaluz

El Guadalquivir, el único río español que es navegable hasta una gran ciudad, que fluye a lo largo de 560 kilómetros, que tiene nombre árabe, que desemboca en un amplio estuario junto a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), nace de forma tímida en la Cañada de las Fuentes, situada en el término municipal de Quesada, dentro del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

A 1.300 metros de altitud, después de una larga caminata en un carril ascendente, de pedalear con intensidad por el mismo recorrido o de llegar cómodamente a través de un todoterreno, se accede hasta una especie de cueva desde la sale el río de Andalucía recién nacido.

El último tramo de la vereda que lleva hasta el nacimiento del Guadalquivir incluye un pequeño camino que se dirige directamente hasta las siete fuentes de las que surge el primer caudal de este río.

La impresión que surge al inicio de contemplar el paisaje es que es un nacimiento modesto, impensable para un río que cruza Andalucía, que pasa por Sierra Morena, llega hasta el pantano del Tranco, corre sinuoso por todo el parque natural, se dirige hacia Córdoba y mantiene el recorrido hasta Sevilla, pasando luego a convertirse en marismas y pantanos en el coto de Doñana.

A veces, ni se percibe bien el primer recorrido del Guadalquivir, porque tiene tramos subterráneos que le alejan de los ojos de los curiosos visitantes que quieren conocer el origen las enormes cascadas que crea cuando ya aparece más crecido kilómetros abajo.

Una placa advierte al viajero de que ha llegado a la cuna del río, ante la que se abre un puente natural que conduce a la cueva en la que, bajo el suelo, se adivinan las primeras gotas del río al que cantó Federico García Lorca.

El entorno natural por el que discurren estos primeros hilos de agua da oportunidad de ver cabras montés y algunas de las rapaces que frecuentan el parque natural, por lo que es recomendable llevas prismáticos que permitan observar su vuelo.

El parque tiene censadas más de 2.000 plantas de las llamadas superiores, muchas de ellas endémicas. Está cuajado de pinares, encinares y quejigares, situados entre geranios, erodios, alquileñas o violetas. Los jabalíes, búhos reales, mariposas graellsia Isabelae Ceballosi, halcones, ciervos, gamos o la lagartija de Valverde, son especies que pueblan los cielos y suelos de este parque, el mayor territorio protegido del país.

Un buen inicio del recorrido hasta llegar al roquedo en el que nace el Guadalquivir surge desde la localidad de Cazorla. Pero quien piense que estando ya dentro del parque tiene ante sí un breve recorrido, se equivoca. Desde la barrera de entrada al parque en La Iruela todavía tendrán que recorrer otros 34 kilómetros. El puente de las Herrerías es el siguiente destino, el punto clave para realizar el ascenso.

Este hermoso, y perfectamente enclavado puente en relación con su entorno, tiene una curiosa leyenda. Se cuenta que se construyó especialmente para la reina Isabel la Católica en el tiempo récord de una noche, con el objetivo de que pudiese proseguir el camino que la llevaría a la toma de Granada. Es un lugar adecuado para hacer un parada y disfrutar de un baño si el calor lo aconseja.

En este punto acaba el asfalto y comienza la pista de tierra paralela al Guadalquivir, en un entorno que está completamente rodeado de pinos laricios. Hay espesas choperas y un campamento para jóvenes. El camino pasa por las sobrecogedoras cascadas del Arroyo Amarillo.

La subida se encuentra entre una sucesión de picos que oscilan entre los 1.400 y los 1.600 metros de altitud, por paisajes cerrados por la vegetación. En el recorrido se habrán podido ver también, con mucha suerte, gatos montés o rapaces como el gavilán o el buitre leonado. Observando detenidamente el suelo se pueden distinguir gladiolos, narcisos o peonías salvajes.

Llegar hasta el nacimiento del Guadalquivir es una forma de continuar las innumerables rutas que se pueden realizar desde esta zona, muchas de ellas marcadas por los paisajes que dejan entrever a un río mucho más crecido dentro en el parque natural que el que se disfruta al inicio de su recorrido por el centro de Andalucía.