'El escritor se ha convertido en un agente de ventas de sí mismo'
José Avello (Cangas de Narcea, Asturias, 1943), profesor en la Facultad de Bellas Artes de Universidad Complutense de Madrid, publicó su primera novela hace ya casi 18 años. Con La subversión de Beti García fue finalista del Premio Nadal en 1983. Sin embargo, hasta este año no ha visto la luz su segunda novela, Jugadores de billar (Editorial Alfaguara).
Pregunta. ¿Por qué un lapso de tiempo tan dilatado entre una novela y otra?
Respuesta. En mi primer libro yo había trabajado mucho, con mucha dedicación. Y, sin embargo, pasó desapercibido para la crítica y el público. Eso me decepcionó. Uno escribe para tener una respuesta, para saber qué es lo que has dicho. La respuesta de los demás te ayuda a entender por qué has hecho aquello. Estoy seguro de que si ese libro se publicara ahora, con lo que se promocionan los libros, tendría otra acogida.
P. ¿Cómo vive la promoción?
R. Es fundamental para la venta del libro, pero tiene una cosa contradictoria que me llama la atención. Parece que los libros en lugar de promocionarse por sí mismos, como debería ser, necesitan que sea el autor el que llame la atención. El escritor se convierte en un agente de ventas de sí mismo.
P. El autor, así, se convierte en protagonista.
R. Creo que los autores pueden ser personas poco ingeniosas, poco llamativas, incluso triviales, y escribir grandes libros. No me parece que haya una relación directa entre la personalidad del autor y el libro que escribe. La imaginación funciona por otro lado.
P. ¿Cómo surgió Jugadores de billar?
R. Empecé pensando en una pequeña historia, muy breve, y ésta fue creciendo. No se puede entender la vida de un personaje sin entender las de muchos más. Ni siquiera se puede entender un sentimiento sin comprender otros. Así que la historia breve se fue entrelazando con otras historias y al final me salieron más de 600 páginas.
P. ¿Qué es el billar?
R. Es un lugar de encuentro y también una metáfora de las relaciones entre la gente. La dependencia que hay de los otros, cómo haces tus carambolas según dejen las bolas los demás... Ninguna acción se puede explicar por sí sola, todo está trenzado, como en la novela, como en la vida.
P. ¿Es una historia de amor?
R. Las novelas que tratan de la vida, como ésta, tratan todas del amor, que es parte de la vida.
P. ¿A qué personaje ha mimado más?
R. Creo que a todos los he tratado por igual, aunque entre los cuatro amigos que juegan la partida de billar hay uno, Floro Santerbás, que es un personaje más simpático. Aunque tenga aspectos miserables, como justificarse a sí mismo con demasiada facilidad, es el que más empatía me ha provocado.
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