La madre de la niña maltratada dice que estuvo 'bien cuidada' hasta hace un mes

Una de las causas que puede llevar al acogimiento de un menor es una situación de maltrato. El pasado año, la Diputación de Vizcaya se hizo cargo de 13 niños víctimas de daños físicos, además de otros nueve que habían sufrido abusos sexuales y uno más maltratado psicológicamenteo. En una de estas situaciones se halla Sheila N.H., la pequeña de 29 meses ingresada en coma el jueves pasado en el hospital de Basurto presumiblemente como resultado de una paliza que le propinó el novio de su madre.

Ayer, durante la presentación del programa de acogida de la Diputación, Ricardo Ansotegi, responsable foral de Acción Social, informó de que la pequeña no ha sufrido malos tratos prolongados, sino 'puntuales' durante el último mes. N.N.H., de 20 años, la madre de la menor, ha asegurado que la pequeña estuvo 'bien cuidada' hasta fechas muy recientes, señaló Ansotegi. Técnicos del área foral de menores tenían previsto visitar ayer mismo a la mujer en la prisión de Nanclares de la Oca, donde está ingresada desde el sábado. La niña continúa su evolución favorable.

Ansotegi compareció junto a Iratxe Landeta, directora general del departamento de Infancia y Javier Múgica, responsable del programa de acogida, quienes señalaron que las familias que logran pasar el proceso inicial de selección disponen de apoyo técnico y psicológico, además de una ayuda de 40.000 pesetas mensuales. A los 408 menores acogidos -172 en centros propios y 236 en concertados- hay que añadir otros 342 que viven con abuelos, tíos u otros parientes, en lo que se denomina familia extensa. A ellos se suman los 73 niños inmigrantes acogidos en Loiu, a la mitad de los cuales la Diputación estudia trasladar a fines de junio a otras instalaciones en Orduña al resultar insuficientes las actuales.

Siete casos de acogimiento en familias ajenas han finalizado ya el proceso: tres de los menores volvieron a sus hogares, otros dos renunciaron al programa y dos de las familias decidieron abandonarlo por no poder abordarlo con éxito.