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FERIA DE SAN ISIDRO | LA LIDIA

Uceda Leal: 'Los toros tenían calidad, pero les faltaba lo demás'

'Hace calor, ¿verdad?'. 'Pues si quiere que le diga la verdad, un poco de calor sí que hace'. La conversación -pues aunque parezca lo contrario, lo de arriba es una conversación- tenía lugar en el tendido de sombra. En el de sol, por aquello de conservar las energías, se procuraba sudar en silencio. El tema del día era el calor y, por mucho que se anunciaran los mismísimos toros de Marqués de Veragua (cosa que no ocurrió), las conversaciones se limitaban a serpentear perezosas entre los lugares comunes que imponía la ocasión: deshidratación, mareo, somnolencia y mención desesperada a la parentela del hombre del tiempo. El calor es así de cruel.

'Y el caso es que los toros tenían calidad. Pero les faltaba continuidad', dice Uceda Leal. Jesús Millán, que debutaba en San Isidro, le secunda: 'Transmisión. Se echaba de menos un poco de chispa. En Madrid, la calidad del toro no basta'. Vuelve el madrileño a tomar la palabra: 'Calidad sí, pero a la corrida le faltaba todo lo demás'. Los dos de acuerdo y, sobre sus palabras, cunde la desidia y, ya se ha dicho, el calor.

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El toreo al revés

'Con mi primero', inicia su relato Uceda, 'me he encontrado muy a gusto con la derecha. Le he podido torear como yo lo siento'. Lo que sintió Uceda fue el calor del público, que de eso andaba sobrado. Dio una vuelta al ruedo. 'En el segundo, mejor con la izquierda. He conseguido torear muy lento. Y creo que el público así lo ha entendido. A pesar de que los toros han sido protestados, cuando me he puesto a torear se han quedado en silencio', afirma y acto seguido corrige tanto entusiasmo para lamentarse: 'Lástima de espada. Me he tirado seguro... pero los toros tienen hueso'.

Sobre la actitud del público, la opinión de Millán difiere algo de la de su compañero: 'Cuando todo va a contracorriente, poco se puede hacer. Si el toro es protestado desde el inicio, se hace muy cuesta arriba remontar y conseguir el favor de la gente'. El zaragozano, pese a todo, se va con la sensación del deber cumplido. 'Ya sé lo que significa torear en Madrid y en la feria. Hace falta que el toro tenga algo más, transmita'.

Uceda, satisfecho, se confiesa cargado de responsabilidad y con toda la energía a punto. 'Este San Isidro es especial. Todos lo son, pero éste es más importante. Es el momento en que tengo que romper'. Tras los toros de Alcurrucén, su próxima cita nada tiene que ver con la falta de chispa. El último día le aguardan los victorinos. 'Los toros que se dejan entender de Victorino, yo los entiendo'.

En los tendidos, pocas oportunidades para la comprensión. El calor bloqueaba las conversaciones y los toros... ni una ráfaga de viento fresco. 'Hace calor'. 'Eso ya lo ha dicho. No sea pegajoso'.

Sanción a Finito

Por otra parte, el presidente de la corrida del lunes, Juan Lamarca, propuso la preceptiva sanción al matador Finito de Córdoba por desobedecer a la presidencia e inhibirse de la lidia de su segundo toro.

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