'Los Beatles, hoy, lo tendrían muy chungo'
Lleva 25 años en la música, pero cada día es para él como empezar de cero. Antonio Rodríguez (Madrid, 1962) dio sus primeros pasos tocando en la calle. Durante 15 años fue roquero urbano con Pulgarcito y Pulgar, fundó la banda Tapones Visente y acabó escribiendo para Toreros Muertos, La Dama se Esconde, Duncan Dhu, Ana Torroja, Rosario, Raimundo Amador y un interminable etcétera. Después de una larga temporada en EE UU y Centroamérica, Rodríguez ha regresado a la escena.
Pregunta. ¿Qué piensa de la fama?
Respuesta. Como Joaquín Vidal, que distingue entre el tipo que torea y el torero que sale en las revistas del corazón. Cada vez hay menos artistas famosos por su arte.
P. ¿Tan crítica le parece la situación?
R. Esta industria es muy pacata, va siempre a remolque, no permite expresarse libremente, todos son metáforas. El artista y el músico se odian cordialmente y conspiran contra el mánager; éste, contra la compañía y la compañía, contra todos. Tal y como están las cosas, los Beatles, hoy, lo tendrían muy chungo. Me imagino que dirían 'oye, Paul, Yesterday es muy buena, pero vamos a lanzar esta otra canción que ha escrito mi cuñado'.
P. ¿Qué parte de culpa tienen los medios de comunicación?
R. Es relativa. Por un lado, las radios están copadas por productos como Alejandro Sanz, que casi no deja espacio para que suenen otras cosas. Por otra parte, uno se pregunta cómo se enteran 60.000 personas de que Van Morrison ha sacado un disco si no suena en Los 40 ni va a Lo + Plus.
P. ¿Qué nombres cree que mantienen la dignidad en el panorama musical español?
R. Javier Álvarez, sin duda. Pedro Guerra, Vicente Amigo... Estopa, que han encontrado un camino nuevo, un lenguaje propio. También Mercedes Ferrer y Manu Chao, aunque se repita... y Raimundo Amador, que es con quien más me identifico.
P. ¿Es duro entregar la propia obra para que otros la canten?
R. Para mí es natural, me mimetizo mucho con el sitio en el que estoy. En la mayoría de los casos, los hijos que doy son más suyos que míos. Soy muy poco purista, no entro en los tiras y aflojas con los artistas. Eso aunque, por lo general, no te llaman para que les hagas una nueva canción: quieren aquella que oyeron a otro. Es todo tan impersonal.
P. ¿Cómo se traduce su escepticismo en música?
R. Quiero desmarcarme un poco, llevo 25 años haciendo de todo y siempre da un poco de rabia ser el gran desconocido de la gente. Aunque sigan tirando de mi biografía para explicar quién soy, mi intención es hacer discos estilísticamente diferentes. Soy un hijo del blues nacido en Madrid, criado en Barcelona y vivo en Zahara. Pese a todos los palos que me he llevado, conservo toda la ilusión.
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