La construcción de pisos bajó un 21% el año pasado tras el récord de 1999

La capacidad del sector de la construcción ya no da para más en el País Vasco. Tras un boom inmobiliario sin precedentes en el periodo 95-99, la edificación de pisos (libres y protegidos) descendió el 2000 un 21% respecto al año anterior. Constructores y agentes ya habían previsto que el sector iba a tocar techo durante el pasado año tras el máximo histórico alcanzado en 1999, con casi 19.000 viviendas iniciadas, para sumergirse después en un periodo de recesión.

La consecuencia más inmediata de esta ralentización es que se prolongarán los plazos de entrega de los pisos, puesto que no existe capacidad para atender la obra que se comienza. 'En lugar de entregar las casas entre 18 o 20 meses se pasará a los dos años y medio', vaticinan desde el Departamento de Vivienda. La bonanza económica ha permitido edificar más de 80.000 casas desde 1995. El desarrollo de las periferias, las reurbanizaciones y la segunda residencia se han conjugado con la bajada de los tipos hipotecarios y la convergencia con Europa (lo que proporciona un horizonte de estabilidad), haciendo florecer a un sector acostumbrado a los dientes de sierra. Pero la demanda comienza a dar síntomas de desaceleración, como lo demuestra el hecho de que la vivienda usada permanece más tiempo en los escaparates de las inmobiliarias a la espera de un comprador, lo que, a su vez, ayuda a atemperar los precios.

En el quinquenio 90-95 se iniciaron 10.000 viviendas al año; 12.500 de media en el periodo 95-97; 15.000 en 1998, y 19.000 en 1999. Ahora las aguas vuelven a su cauce con los 14.950 pisos iniciados en 2000.

El viceconsejero de Vivienda, Miguel Ángel Delgado, explica que el año pasado se inició obra sabiendo que se iba a ralentizar su entrega por parte de los promotores, pero el comenzarla permitía captar demandantes y compradores. La tendencia para los próximos años es el inicio de la construcción de 15.000 viviendas cada ejercicio. Desde el departamento no se prevé un nuevo crecimiento, ni siquiera ante la posibilidad de una inmigración masiva, ya que la demanda de este colectivo se dirige más hacia la infravivienda, ubicada en las zonas más desfavorecidas.

El descenso ha sido generalizado en la vivienda libre y en la protegida. De los 15.351 pisos libres que se empezaron a edificar en 1999 se pasó a los 12.115 en 2000; de los 2.824 protegidos del 99, a 2.253, y de 802 sociales a 582. Por provincias, la bajada más acusada se produce en Vizcaya, con 2.000 pisos libres y 1.000 protegidos menos construidos. Guipúzcoa es el territorio que mejor aguanta y tan sólo deja de edificar 500 viviendas libres y aumenta en 1.000 las de protección oficial. Mientras, en Álava la reducción es de 700 viviendas en el mercado libre y de 40 en las protegidas.

Aunque la presencia de la vivienda pública se reduce en el mercado vasco, su importancia sigue siendo bastante más importante que en el resto de España. De cada 100 viviendas que se construyen en el País Vasco, 20 son protegidas. Esta cifra baja hasta 10 en las demás comunidades. 'Cuando hay poca capacidad productiva, el promotor privado va a la obra de vivienda libre', resume Miguel Ángel Delgado. Según un informe elaborado por la Asociación Española de promotores Públicos de Vivienda y Suelo, al que tuvo acceso EL PAÍS, en la década de los noventa el número de viviendas protegidas ha mantenido una trayectoria de crecimiento en Euskadi, y la tendencia se intensificó en los últimos años.

Desatención del PP

Por el contrario, la evolución en el resto de España ha estado presidida por dos periodos diferenciados: en el segundo quinquenio se dio ya un descenso, sostenido y agudizado, además, desde 1997. El ratio de viviendas protegidas por mil habitantes es de 1,7 en Euskadi y de 1 en el España.

'Los gobiernos del PP (el presidente José María Aznar accedió al poder en 1996) han desatendido el segmento de la vivienda pública, algo que no ocurría con los anteriores del PSOE', comenta el viceconsejero.

El informe también recoge las actuaciones financiadas por el Gobierno autonómico en vivienda pública en el periodo 1996-1999, entre las que se incluyen desde la construcción hasta las ayudas concedidas a la rehabilitación y la compra de suelo. Las actuaciones por cada mil habitantes en este campo se elevan hasta las 29,3, frente a las 11,3 del resto de España. En el periodo analizado, el Gobierno vasco ha construido 11.113 viviendas y ha financiado la rehabilitación de casi 32.000.

La Asociación de Promotores de Constructores de España (APCE) duda de la voluntad real de construir viviendas protegidas por parte de la Administración central. Según los promotores, si el Ministerio de Fomento no rectifica a tiempo, más de 150.000 pisos de protección oficial, la mitad de las previstas en el plan cuatrienal de vivienda, no podrán construirse.

En los últimos ejercicios, la evolución es 'desoladora', según la APCE. En 1995 se edificaron en España 117.000 pisos protegidos. La cifra se redujo hasta 56.000 en 1998 y durante 2000 apenas se alcanzaron 15.000. Los constructores resaltan que el año pasado quedaron paralizados 40.000 proyectos. Y, para 2001, el ministerio sólo incrementó el presupuesto de vivenda en 497 millones, se quejan.

Para Miguel Ángel Delgado, al plan de vivienda estatal le ha faltado un conjunto de medidas armónicas. 'Está claro que este campo no es el frente electoral del Partido Popular', asevera.