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El Bosco y los somníferos

El jardín de plantas medicinales y aromáticas de la Casa de Campo albergó en el siglo XVI gran parte de las 167 especies vegetales consignadas por el jardinero regio Gregorio de los Ríos. De ellas, al menos 70 procedían de Asia, donde ya desde 2300 antes de Cristo era conocido el cáñamo índico, cannabis, por sus efectos estupefacientes; de ellos Plinio El Viejo se hizo eco en 450 antes de nuestra era. De los Ríos concibió el jardín madrileño, cercano al viejo Alcázar de los Austrias, 'para alegrar la vista y recrear el ánimo de Felipe II'. Éste, durante su formación como príncipe en Italia, Alemania y los Países Bajos, mostró un interés acentuado por la jardinería y la botánica, que conservó toda su vida. Lo prueba su acopio de miles de libros de trasunto vegetal, medicinal y curativo, en la biblioteca del monasterio de El Escorial. De su periplo por Flandes data su conocimiento de la obra de Hyeronimus van Aken, El Bosco, cuyo lienzo, El jardín de las Delicias, hoy en el Museo del Prado, fue pintado en torno a 1500; había sido requisado por los Tercios y fue adquirido por el secretario de Felipe II, Guevara. En los cuadros de El Bosco proliferan especies como el papaver somniferum, la adormidera, hecho que sugiere en él una familiaridad con sus propiedades, presumiblemente conocidas también por Felipe II. Isabel Mateo, investigadora de la obra de El Bosco en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha demostrado que en el palacete de Fadrique de Vargas, Felipe II mandó colgar una copia de El jardín de las Delicias de Van Aken, obra del flamenco Miguel Coxie.

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El jardín íntimo de Felipe II pervive en la Casa de Campo
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