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Joan Hortalà niega ante la juez que acosara sexualmente a su ex secretaria

La acusación pedirá un careo ante la 'mala memoria' de los testigos

El presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà, negó ayer ante la juez que hubiera acosado sexualmente durante más de dos años a una de sus secretarias, Olga Ros, y que le realizara proposiciones deshonestas para que mantuviera relaciones con él. Acompañado de su esposa, Àngels Vallvé, Hortalà acudió ayer al Juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona y estuvo declarando durante más de dos horas en relación con la querella por acoso sexual que presentó la ex secretaria después de ser despedida.

El interrogatorio fue dirigido por la magistrada Elena Carasol siguiendo el relato de los hechos de la querella. La fiscalía no compareció a la declaración. Fuentes judiciales explicaron que Hortalà admitió ante la juez haber cenado en más de una ocasión con su secretaria, en presencia de otras personas, pero negó que la acosara durante esos encuentros. El presidente de la Bolsa de Barcelona considera que la querella responde a un chantaje de la ex secretaria por su despido, que la mujer ha llevado a juicio al considerarlo improcedente. La vista del caso se celebrará el próximo miércoles.

Ayer declararon también ante la juez tres testigos que trabajaban en la Bolsa de Barcelona cuando supuestamente se produjo alguna acción de acoso sexual: Pere Vinyolas y Eduardo Ansaldo, entonces subdirectores generales de la entidad, y Mireia Sitjàs, una economista que estuvo un tiempo realizando un curso. La querella asegura que Vinyolas presenció un día cómo Hortalà acorralaba a la secretaria en el cuarto de la fotocopiadora de la Bolsa y llegó a rozarse con ella en presencia de Sitjàs. En cuanto a Ansaldo, la querella asegura que vio cómo Hortalà intentó desabrochar el vestido de su ex secretaria antes de perseguirla por un pasillo de la entidad.

Los tres negaron ante la juez que hubieran presenciado esos hechos. Por ese motivo, el abogado de la ex secretaria, Damián Téllez, solicitará de la juez un careo entre Joan Hortalà y Olga Ros ante lo que considera 'mala memoria de los testigos'. La defensa del presidente de la Bolsa, ejercida por Pau Molins, entiende, por el contrario, que las declaraciones de ayer fueron muy clarificadoras para sus intereses y que el caso debe archivarse ya.

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