Un joven, con quemaduras en el 90% de su cuerpo por una explosión de butano

Un joven de 22 años, J. I. F. D., resultó herido muy grave anoche -sufre quemaduras en el 90% de su cuerpo- tras la explosión de una bombona de butano en un piso de la calle de Antonio López. La deflagración destruyó la vivienda y afectó a las casas limítrofes. Los bomberos rescataron a otros dos vecinos: uno de ellos corría riesgo de ser alcanzado por las llamas, mientras que la dueña del edificio sufrió una crisis nerviosa.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 21.45 en el piso 4º C del número 15 de la calle de Antonio López, semiesquina a la calle de Valmayor, en el distrito de Carabanchel. Por causas todavía no esclarecidas, explosionó una bombona de gas butano que se encontraba en el pasillo de entrada a la vivienda. La fuerza de la deflagración dejó prácticamente destruido el piso (de unos 38 metros cuadrados) y tiró los tabiques interiores. El único ocupante de la vivienda en esos momentos sufrió quemaduras de segundo grado en el 90% de su cuerpo.

'La explosión ha sido tan fuerte que en un principio no sabíamos ni lo que era; luego hemos visto que salía una gran columna de humo y que afectaba sobre todo al último piso', explicó Jessica, una joven que estaba en una terraza de un bar cercano. 'La verdad es que nunca te esperas un susto tan fuerte como el que hemos pasado. Nos hemos sobresaltado porque en ese momento no había mucho ruido en la zona'.

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid rescataron a la víctima, que fue atendida por los facultativos de una UVI móvil del Samur-092. Tras ser entubado, el joven fue trasladado a la unidad de quemados del Hospital Universitario de Getafe. Su pronóstico era muy grave, según un portavoz del Samur-092. Ninguno de los vecinos rescatados por los bomberos precisó asistencia hospitalaria.

Las llamas comenzaron a extenderse por la cubierta de madera, por lo que los bomberos centraron todos sus esfuerzos en que no llegara a los pisos colindantes. Para ello emplearon dos camiones autobombas y un autoescala, junto con dos coches de mando procedentes del parque de Santa María de la Cabeza y del Paseo Imperial.

Tras extinguir el fuego, los bomberos comprobaron el estado del edificio y no detectaron ningún daño en su estructura, según el jefe de guardia. El resto de vecinos pudo pasar la noche en sus domicilios. Agentes de Policía Científica de la comisaría de Usera inspeccionaron alrededor de la medianoche el piso siniestrado, para averiguar las causas de la acumulación de gas que produjo la explosión.

En la vivienda había otra bombona que, según informaron fuentes de los bomberos, no llegó a explosionar.

Los vecinos no quisieron comentar anoche lo ocurrido.