El obispo Uriarte pregunta a ETA cuándo obedecerá la firme voluntad de paz de los vascos
El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, se mostró 'conmovido e indignado' por el atentado terrorista que ayer costó la vida al director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga, y se dirigió a ETA para preguntarle 'cuándo terminará este absurdo y desolador baño de sangre' y obedecerá 'la neta y rotunda voluntad de este pueblo que acaba de decirles que aborrece la violencia como camino de solución de cualquier diferencia'.
A la condena del obispo donostiarra se sumó la de la Conferencia Episcopal Española. Los obispos afirman en un comunicado que el atentado de ayer, el intento de matar el miércoles a un vigilante de seguridad de la Universidad del País Vasco y el ataque contra el periodista Gorka Landaburu 'demuestran que ETA prosigue con crueldad renovada sus planes de terror y de muerte, insensible a la petición unánime de la sociedad'. Los obispos reiteran que el terrorismo 'es un gravísimo pecado que ningún fin ideológico ni político puede justificar' y quienes 'acuden al crimen, a la extorsión o al amedrentamiento de las personas y de los pueblos para lograr sus fines merecen la condena moral y la repulsa unánime de los ciudadanos de buena voluntad y de la Iglesia'.
Los Reyes enviaron ayer telegramas de condolencia y solidaridad a la viuda de la víctima, al presidente del Grupo Correo, Santiago de Ybarra, y al director de El Diario Vasco, José Gabriel Múgica. El Príncipe, por su parte, manifestó también su condena y horror por el asesinato.
También hubo reacciones internacionales de condena. El Gobierno francés, a través de su Ministerio de Exteriores, reafirmó su plena cooperación con España en la lucha antiterrorista y dijo que el atentado de ayer 'se inscribe en una campaña de intimidación inadmisible'. La presidenta de la Eurocámara, Nicole Fontaine, mostró 'el apoyo del Parlamento Europeo a la lucha contra el terrorismo'. Amnistía Internacional también expresó su condena, así como el Poder Judicial Iberoamericano, reunido en Santa Cruz de Tenerife.