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Campofrío y Leche Pascual crean una empresa de productos lácteos en Rusia

La empresa Leche Pascual pondrá su primer pie en Rusia de la mano de Campofrío. Las dos entidades crearán una empresa conjunta de productos lácteos en Rusia. Las dos empresas burgalesas se repartirán el capital de la nueva sociedad, si bien Campofrío utilizará su filial rusa Campomos. La inversión inicial oscilará entre los 2.500 y 3.000 millones de pesetas y supondrá la creación de unos 200 empleos.

El centro de operaciones de la alianza será Moscú, donde Campofrío y Pascual construirán una planta muy cercana a la fábrica que el grupo cárnico -uno de los primeras compañías españolas que se estableció en Rusia- ya posee en la capital rusa. Allí producirán yogures de larga vida y otros productos lácteos, como manteca y leche. La nueva empresa aprovechará la red de Campofrío para distribuir sus productos y el marketing de Pascual para venderlos.

La operación permitirá a las empresas españolas sacar partido de un mercado de 150 millones de consumidores que importan de Europa casi la totalidad de los productos lácteos que consumen. Asimismo, el proyecto tiene miras más ambiciosas y, en una segunda fase, se prepara para saltar a las repúblicas de la antigua Unión Soviética.

De momento, las empresas han firmado una carta de intenciones, según puntualizaron ayer en Leche Pascual. En principio, se establecerá una joint venture al 50% entre Pascual y Campomos, el 83% de cuyas acciones están en manos de Campofrío y el resto pertenece a inversores privados rusos.

Viaje a Moscú

El último episodio de la alianza se forjó esta semana, durante la visita de empresarios españoles a Rusia con motivo del viaje del presidente del Gobierno, José María Aznar, a ese país. Los españoles han firmado acuerdos de colaboración empresarial e inversiones por un total de 100 millones de dólares (unos 19.000 millones de pesetas), según los datos de Comercio Exterior.

Con esta operación, Campofrío y Leche Pascual dan un primer paso para estrechar aún más sus lazos. Ambas empresas son burgalesas -campofrío tiene su sede en Burgos y Pascual en Aranda de Duero- y sus presidentes (Pedro Ballvé y Tomás Pascual) mantienen una relación muy cordial. También tienen algún consejero común, como Aldo Olcese.

Para Pascual, el acuerdo supone avanzar en su principal aspiración: crecer por la vía de compras o fusiones con otras empresas para recuperar su liderazgo. La compañía, con una facturación anual de 115.000 millones y propietaria de marcas como Bezoya, Zumosol y Bio Frutas, era el principal grupo del sector de la leche hasta que la ofensiva de expansión de Puleva la relegó a un segundo plano. Cuenta con una planta en Marruecos y otra en Francia. Según publicaba ayer La Gaceta de los Negocios, Ebro Puleva ha invitado a Pascual a unirse a su fusión. Fuentes de la láctea indicaron ayer que no han recibido ninguna propuesta.

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