Mujer / hombre
Duda Edgar Morin (Amor, poesía, sabiduría, Seix Barral) de que haya homo sapiens y el hombre sea un ser racional. Yo he sabido siempre que no. El animal sí, y los maravillosos documentales del National Geographic y otros -Canal Satélite Digital- muestran cada día cómo piensan y mueven su vida. Mis perros son más dudosos, porque están maleados por su relación conmigo: y yo no soy sólo hombre (y mujer, desde luego), sino español. Ahora vivo más preocupado por la irracionalidad española (castellana, vasca, catalana): por el dominio del voluntarismo. No es palabra académica y debería, por su fuerza y sus errores, ser como el predominio de la voluntad sobre la inteligencia. En política es la actitud de quien cree que puede cambiar la realidad por su voluntad: como la realidad es débil y la palabra es venal, a veces lo consigue.
Pienso en el tema del maltrato del hombre a la mujer: y el enunciado es ya falso porque se refiere a unas formas de delito individuales, no de género. Cuando el tema surge en un grupo de hombres y mujeres, ellas se ponen de una parte y ellos de otra. La discusión se malea y aparece el homo demens. En una autonomía se van a publicar los nombres de los 'maltratadores' -palabra irracional: indica una actitud continua, y no una situación, un delito-. De la lista se podría decir que vulnera las posibilidades de redención, y condena al que cometió un delito a ser rechazado por la sociedad toda su vida; o que es pedagógica, que pone en guardia a otras mujeres sobre lo que ese hombre les puede hacer; que prevendrá que otros puedan agredir. O que es inútil. O que al no citar el caso iguala el nombre del canalla habitual al del furioso ocasional. Pero no es racional que nada divida el pensamiento del hombre y de la mujer (no hablo de homicidios o violaciones, otro tipo de delito).
Que se distinga absolutamente esta agresión de otras en las que hay abuso de fuerza (un joven sobre un anciano, una madre sobre su hijo, un policía sobre un detenido: miles de casos) es algo que se debe desmenuzar y tratar. Pero se añade a la división del sentido de la vida entre los sexos. Nos están fragmentando. Por sexos, por provincias, por edades, por idiomas, por gremios: para que no pretendamos regenerar la sociedad total sino nuestros casos privados.
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