Moreno Galván

Con ocasión del día de los museos, la Diputación de Sevilla celebró un homenaje a José María Moreno Galván en Puebla de Cazalla. Allí, el profesor Valeriano Bozal, en tono coloquial y con amenas anécdotas, introdujo la personalidad de Moreno Galván a través de su espíritu alerta y su amor a la vida; de la autoridad personal que sembraba su volumen, su modo de hablar y disfrutar; y de su transgresión a las normas que manifestaba hablando bien de quienes no estaban de acuerdo con él, con ausencia de sectarismo. Y así en la vida y en la alegría que le acompañaba a todos lados.

En el ejercicio de su profesión, Bozal presentó a Moreno Galván como hombre de izquierda coherente con sus ideales. No utilizaba la obra arte como pretexto para comentar sino que se enfrentaba a ella con su enorme sensibilidad y conocimiento, dando como fruto una obra muy valiosa, hoy casi olvidada. Bozal, seguro ya de que había descubierto a los asistentes al homenajeado, habló de la teoría de Moreno Galván sobre el arte contemporáneo, del que afirmó que nos pertenece a todos y está ligado a la vida. Una relación entre arte y vida que habría de triunfar cuando todas las personas pudieran desarrollar su facultades estéticas y ver y emocionarse sin necesidad de explicaciones teóricas o filosóficas.

El informalismo sería la expresión inmediata de ese arte al que todos tienen derecho y cuyo disfrute se conseguiría al eliminar las represiones; ese arte popular que rechaza los condicionamientos de nuestra cultura y puede generar, por ejemplo, el arte africano, no como un nuevo lenguaje sino como producto del instante presente: ahora hago esto porque sí. El arte de vanguardia aprovechó ese presente ingenuo y sincero para darle carácter de investigación. Vale. Moreno Galván estaba abierto a todo y apoyó también el 'arte concreto' y el neorrealismo, al que llamó la conciencia moral.

La vida, la investigación y la conciencia moral relacionadas con el arte son tres temas del pensamiento ilustrado sobre los que, según el profesor Bozal, Moreno Galván reflexionó en sus libros. Las circunstancias han cambiado, pero siguen siendo necesarias personalidades tan exigentes, sensibles y generosas.