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Necrológica:NECROLÓGICAS
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Alessandro Natta,líder del Partido Comunista Italiano

Alessandro Natta, secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI) entre 1984 y 1988, murió ayer en Imperia (Liguria), en el noroeste de Italia, donde había nacido el 7 de enero de 1918. Fue el último de los líderes de la histórica formación que, bajo la guía de su sucesor, Achille Occhetto, se transformó en 1990 en el Partido de los Demócratas de Izquierda (PDS), conocido popularmente como la Quercia (la Encina) por el emblema que figura aún en la bandera. Natta padecía desde hace años un enfisema pulmonar y estaba obligado a recurrir al oxígeno para respirar durante sus cada vez más frecuentes crisis de asma. La última le sorprendió en la cama la noche del martes, pero los médicos del hospital adonde le trasladó inmediatamente su esposa, Adele Morelli, no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Conocido por su fidelidad a la línea comunista oficial, Alessandro Natta sucedió al mítico dirigente eurocomunista Enrico Berlinguer, fallecido de repente en 1984, y no se sintió nunca del todo satisfecho en un papel que violentaba su carácter discreto. Los malos resultados electorales de 1987 encendieron todas las alarmas en el partido e hicieron que el comité central se decidiera a sustituirle al año siguiente por un joven dirigente ambicioso y dispuesto a llevar adelante las reformas necesarias, Achille Occhetto.

Natta no estuvo nunca de acuerdo con la transformación del PCI en el PDS y la reducción al mínimo de los símbolos marxista-leninistas en la organización, hasta el punto de no inscribirse en el nuevo partido y de no ahorrar críticas al nuevo secretario general. Su muerte causó ayer la inevitable conmoción entre los viejos camaradas, mientras la nueva generación, que en algunos casos ha renegado ya completamente del comunismo, le dedicaba un cálido recuerdo. Pietro Folena, portavoz de los Demócratas de Izquierda (DS), nuevas siglas del partido, y el ex primer ministro Massimo d'Alema, expresaron su reconocimiento a Natta, 'maestro del rigor moral', lamentando su desaparición. 'Con él se va un pedazo de la historia de Italia', dijo Walter Veltroni, que hasta hace una semana ocupaba el mismo cargo que Natta en los Demócratas de Izquierda.

Los deseos del fallecido eran, sin embargo, otros. Natta había dejado escrita una carta a sus familiares en la que rogaba que su muerte no fuera hecha pública hasta después de enterrarle. 'El irme de puntillas', escribía, 'no es un acto de arrogancia, sino de coherencia con mi estilo de vida. He sido y seré hasta el final seguidor de la Ilustración, jacobino y comunista'. Las agencias de noticias no le complacieron.

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