Europa y EE UU se movilizan por la paz en Oriente Próximo

La comunidad internacional comienza a movilizarse para intentar detener el sangriento conflicto de Oriente Próximo. La Unión Europea dio ayer el primer paso al enviar a la región a su representante para política exterior, Javier Solana, con la misión de lograr 'un inmediato alto el fuego y acabar con la escalada mortal que sólo beneficia a los enemigos de la paz'. EE UU, por medio de su vicepresidente, Dick Cheney, exigió a Israel que deje de utilizar los aviones F-16 en sus represalias contra los palestinos.

Solana viaja en el momento de mayor violencia en casi ocho meses de Intifada, y después de que la Liga Árabe haya anunciado la suspensión de los contactos políticos con Israel. El Alto Representante de la UE aseguró, al igual que EE UU, que 'las recomendaciones de la Comisión Mitchell representan una base sólida y realista' para la reanudación de las negociaciones de paz. El grupo presidido por el senador demócrata George Mitchell, del que Solana forma parte, plantea un inmediato alto el fuego antes de reabrir la mesa de diálogo abierta hasta octubre en Sharm el Sheij (Egipto).

EE UU, por su parte, elevó ayer el tono de sus advertencias al primer ministro israelí, Ariel Sharon, tras los últimos bombardeos con cazas de fabricación norteamericana. 'Ambas partes tendrían que parar [la violencia] y preguntarse hacia dónde se están encaminando', afirmó el vicepresidente Cheney.

Las iniciativas diplomáticas y las presiones internacionales parecen estrellarse, sin embargo, contra la posición de Sharon, quien, tras reunirse ayer con su Gabinete de Seguridad, anunció que Israel recurrirá a todo el arsenal bélico a su alcance para combatir la Intifada. 'No les pondremos el cuello a los palestinos para que nos degüellen', adviertió Sharon ante los miembros de su Gobierno, en el que ya han comenzado a oírse las primeras voces discordantes contra el empleo de escuadrillas de F-16 contra los palestinos.