Don Conejone
Ahí va una idea gratis: Celia Villalobos a Marruecos en misión secreta
1. Qué fuerte lo de Italia:
hasta las cinco de la madrugada con el colegio electoral abierto. Incluso el conejito del cuento de Alicia pudo votar: llego tarde, se angustiaba el conejito; qué va, hombre, qué va; nos pilla usted de recuento, pero ahora mismo le cerramos la urna para que pueda usted votar, don Conejone. Silvio Berlusconi, próximo primer ministro y único político en la historia que logra el cien por cien de los escaños de Sicilia. Qué suerte saber que a uno le quieren tantísimo, toda una isla enamorada.
2. Sorprende esa simpatía
entre José María Aznar y Berlusconi, tan distintos. Berlusconi accede al Gobierno tras apoderarse de los medios de comunicación, y Aznar se apodera de los medios tras acceder al Gobierno. Como diría Boris: ¡que convoquen, pero ya, una cumbre para intercambiar planes multimedia!
3. De todos los barones del PSOE,
Ibarra es el más majete, yo creo. Tiene soluciones para todo, y simples, además, que eso también cuenta. El tío va al grano. ¿Quiere dinero? Pues a los bancos. ¿Quiere agua? Pues a los ríos. Antes de las elecciones vascas: que haya acuerdo total entre PP y PSOE. ¿Sale mal? Que haya un desacuerdo total entre PP y PSOE. Ibarra daría ideal en una ferretería, aconsejando al público para pequeñas reparaciones. ¿Colgar un cuadro? Pues un clavo. ¿No tiene martillo? Cabezazos.
4. Querida Elena Francis:
con el fin de propiciar la alternancia en el Gobierno vasco, me propuse seducir a los votantes nacionalistas moderados. Para ello decidí que el candidato a lehendakari fuera el político más rechazado por los nacionalistas, acusé al PNV de complicidad con los terroristas y a su máximo dirigente le llamé 'el jefe de los nazis'. Durante la campaña electoral, Fraga dijo que el euskera debería estar en un museo, y mi Gobierno condecoró a un torturador franquista. Ahora compruebo que los nacionalistas moderados no han sucumbido a mis encantos. ¿En qué puedo haberme equivocado? Atentamente, un centrista desorientado.
5. Querido centrista desorientado:
Te remito a mis cartas de 1993 y 1996, cuando quisiste seducir a los socialistas moderados gritando por las plazas de toros paro, despilfarro y corrupción. Grrrr, rugías: ¡No habrá revanchaaas!, y los socialistas moderados escuchaban temblando y susurrando: '¡Ay mi madre; madre mía!'. Centrista desorientado: ¿tu inesperada mayoría absoluta del año 2000 no te hace pensar que sólo ganas las elecciones cuando nadie repara en ti?
6. Venga, buen rollito, que es domingo.
Ahí va una idea gratis: Celia Villalobos, a Marruecos en misión secreta. Objetivo: infiltrarla en un programa de cocina de la tele. 'Queridos moros, y os llamo moros porque yo hablo el idioma del pueblo, ¡ojo con la carne que echamos al cuscús!'. Dos meses de la Arguiñana en Marruecos y acaban comiendo cuscús de lagartija. Entonces, debilitados, ya sí, les invadimos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.