Europa pasa por Mendizorroza
El Alavés se juega la Copa de la UEFA tras la final de Dortmund, y el Barça, la Liga de Campeones
'¡A por el Barcelona! ¡A por el Barcelona!'. El Alavés lloraba en Dortmund su cruel derrota ante el Liverpool y su afición lanzaba ya en Vitoria, casi simultáneamente, un grito de guerra. Tres días después de la apasionante final de la Copa de la UEFA, el equipo de Mané vuelve hoy (21.30 horas, La 2 y canales autonómicos) a la tierra. El sueño europeo se ha acabado y la realidad es otra: uno de los equipos que mejor juego ha desplegado en Europa corre ahora el riesgo (9º, con 49 puntos, a dos de la zona UEFA) de no cruzar la frontera en la próxima temporada. Lo malo para él es que no tendrá delante a un invitado de piedra: el Barça es quinto, con 56, y está inmerso en su cruzada de ganar el tiempo perdido y alcanzar una de las cuatro plazas que dan acceso a la Liga de Campeones -el Valencia y el Mallorca son tercero y cuarto, respectivamente-, lo único que puede hacer ya.
Un encuentro a destiempo
El encuentro de Mendizorroza llega a destiempo. El Alavés jugó el miércoles una final maratoniana y apenas ha descansado. Casi se lo temía: la directiva quiso retrasarlo al lunes y el Barça, en una primera fase, aceptó. Pero la FORTA, organismo que gestiona los derechos de la retransmisión de partidos por las televisiones autonómicas, impuso el sábado. El club vasco envió entonces una dura carta a Euskal Telebista quejándose de no recibir el mismo trato que los demás clubes. El catalán se desentendió. Además, el martes juega un amistoso con el Arsenal en pago por los fichajes de Overmars y Petit.
Quizá algunos culpen al Barcelona de lo sucedido, pero lo cierto es que hoy hará seguramente un pasillo de homenaje al Alavés. Este privilegio sólo lo ha disfrutado hasta ahora como simple finalista el Espanyol: el Logroñés le tributó honores de campeón en 1988 tras perder precisamente la Copa de la UEFA ante el Bayer Leverkusen.
'Lo del pasillo es anecdótico porque el Alavés ya tiene el reconocimiento de todo el mundo. Me habría gustado que ganara el título', dijo ayer el técnico azulgrana, Carles Rexach. Y luego añadió que el Barça goza de una 'ligera ventaja' por el colosal esfuerzo que hizo el Alavés. 'Pero es un partido raro. Nunca se sabe si a un equipo le afecta el desencanto o es un reactivo', matizó.
Tras la goleada al Rayo (5-1), el Barça ha recuperado algo de autoestima, aunque el vestuario sigue envuelto en un nudo de conflictos. Kluivert, vilipendiado el domingo por la afición por no excluir su marcha al Madrid, negociaba ayer a través de su agente la mejora de su ficha. De Boer teme la misma sanción que su compatriota Davids, suspendido 16 meses por dar positivo por nandrolona. No sólo eso: Javi Moreno, el delantero alavesista formado en La Masía, podría haber firmado de nuevo por el club catalán. 'Ha progresado mucho, es Pichichi, da goles y es perfectamente válido para nosotros', dijo Rexach, sin ir más allá ni querer dar más datos.
Mané dispondrá de toda su plantilla. Tiene dos objetivos: evitar el apagón que ha sufrido su equipo cíclicamente tras cuajar grandes partidos en Europa y brindar la victoria a la afición.
Alavés: Herrera; Contra, Karmona, Téllez, Geli; Desio, Pablo; Tomic, Jordi, Ibon Begoña; y Javi Moreno.
Barcelona: Dutruel; Reiziger, Frank de Boer, Puyol; Luis Enrique, Guardiola, Cocu, Rivaldo; Zenden, Kluivert y Overmars.
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