ETA mantiene intacto un 'comando' en Madrid con infraestructura para atentar

El atentado de la calle de Goya, el tercero con objetivo masivo en Madrid desde el fin de la tregua, ha confirmado a los mandos antiterroristas que ETA dispone de infraestructura plenamente operativa en la capital. Los escondites, que incluirían un garaje para preparar y ocultar coches, son los que consolidó el último comando Madrid, cuya anterior acción fue el asesinato, el 30 de octubre con un coche bomba, del magistrado de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo José Francisco Querol, del escolta Jesús Escudero, del chófer Armando Medina y del conductor de autobús Jesús Sánchez.

La policía sabía que ETA dispone de ese comando en Madrid y también que el viernes previo a la jornada de reflexión de las elecciones vascas era un día de gran riesgo. Pero tenía la esperanza de que el grupo hubiera huido, ya que el 7 de noviembre desarticuló otro comando que venía a Madrid a sustituir al anterior. Los investigadores están convencidos de que el equipo que perpetró el atentado de anteanoche usó la red de escondites aún sin descubrir para preparar el coche bomba con dinamita enviada desde Francia y para ocultarse.

Ayer se debatían entre las hipótesis de que el coche fuera colocado por el citado comando estable, sobre cuyos miembros apenas hay datos, o por otro desplazado para este crimen. Aunque se inclinan por la teoría del comando Madrid, el que el coche fuese robado hace sólo dos días en el barrio de Moratalaz ha sembrado dudas.

Los cinco vehículos asesinos colocados en Madrid han sido robados en distintas zonas de la capital, pero a diferencia de este último, los anteriores habían sido sustraídos entre 18 días y cinco meses antes. Por ello no descartan que sea obra de itinerantes, incluso de los mismos que el domigo pasado mataron a tiros a Manuel Giménez Abad, presidente del PP de Aragón. No obstante, fuentes del Ministerio del Interior advierten: 'Los métodos de uno y otro son diferentes y no hay testigos fiables ni huellas en el coche para aclararse'. El que los bomberos anegaran el Renault Clio bomba para apagar el incendio ha eliminado pistas y está dificultando el análisis de los expertos en explosivos, que creen que el coche llevaba de 15 a 20 kilos de dinamita.

El lugar elegido para el atentado no necesitaba información previa, pero los investigadores creen que no fue escogido al azar. El colocarlo en el centro de Madrid ya es un desafío. Goya es una zona caliente, especialmente vigilada, por ser paso de numerosas personalidades públicas y por la proximidad de la Audiencia Nacional y los ministerios del Interior y Administraciones Públicas. Además, fue puesto en una sede del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, fusión del principal grupo bancario vasco y de la antigua corporación pública.

Los investigadores están sorprendidos porque el etarra que avisó a los bomberos de la explosión no tirara en el acto el móvil con el que llamó. La centralita registró el número y los funcionarios devolvieron la llamada. La voz les confirmó el atentado. Las probabilidades localizarle por el teléfono son remotas, ya que suelen usar tarjetas prepago sin contrato. Juan Cotino, director general de la Policía, se reunió ayer en la Comisaría General de Información con los mandos antiterroristas para analizar los atentados de Zaragoza y Madrid y el fallo de seguridad en la capital. La ayuda ciudadana se canaliza en el teléfono 900 100 091.