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Columna
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Ahora o luego

El debate está abierto. ¿Cuándo es más aconsejable plantarse en la NBA? ¿Joven o curtido? ¿En proceso de aprendizaje o con las lecciones aprendidas? ¿Con el ímpetu intacto o una vez asumidas todas las responsabilidades posibles en Europa? ¿Cuando no te queden adversarios a tu altura o cuando ganes la Copa de Europa? Aíto García Reneses, presente en la rueda de prensa de ayer, puso su opinión encima de la mesa. Para el técnico azulgrana, la mejor forma es como hicieron Sabonis, Kukoc o Divac, una vez demostrada su valía en Europa. Cierto que a los tres les ha ido muy bien, pero hay casos que desmienten la necesidad de acabar tu formación antes de dar el salto. Ahí tenemos un par de ejmplos. El alemán Nowitzki en Dallas o el turco Turkoglu en Sacramento. Ambos tienen 22 años, no han hecho nada por estos lares y tienen un papel importante en sus equipos. Están en la NBA y juegan, que es lo que busca Gasol.

El movimiento realizado ayer con su declaración de intenciones lleva implícito un reconocimiento: la importancia de caer en el equipo adecuado. Por encima del momento en el que lo haga, Gasol y los que le aconsejan parecen tener claro que hay que explotar todas las posibilidades que permitan el poder elegir la mejor opción. Petrovic llegó a un buen equipo, como lo hizo Fernando Martín, Portland Trail Blazers. Chocaron con un entrenador ultraconservador y se murieron de asco. Petrovic buscó una segunda oportunidad en un equipo de potencial inferior, los Nets de Nueva Jersey, y allí pudo demostrar su valía. Fernando, en cambio, abandonó, lo que nos lleva a una segunda consideración. La capacidad de aguante y sacrificio que tengas para hacerte un hueco en la NBA. Y ese aguante no es el mismo a los 22 que a los 27. Con la ambición al 100% que una vez probado el éxito. Ni tampoco las posibilidades de adaptar tu juego, tu físico y tu mentalidad.

Pau Gasol es carne de NBA, de eso no hay ninguna duda. Le faltan muchas cosas para formarse totalmente como jugador, pero sus posibilidades son tan grandes que su destino parece escrito. Mientras lanza su primera llamada de atención seria a los equipos de la NBA, debe resolver una duda. Que la joya en bruto que es ahora se pula en Europa como opina Aíto o irse para allá en cuanto tenga un mínimo de garantías y dejar que le moldeen adecuadamente para su gran objetivo. Me da la impresión de que ya la tiene casi resuelta.

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