BT se divide en dos compañías para tratar de reducir su deuda y salir de pérdidas

British Telecom reconoció que no ha estado muy acertada a la hora de plantear una estrategia para hacer frente a la competencia en el mercado internacional y que se ha visto obligada a tomar medidas drásticas para reducir la abultada deuda acumulada con su apuesta por las licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en Reino Unido, Alemania y Holanda.

El nuevo plan de restructuración, el segundo en seis meses, estuvo acompañado ayer por la presentación de unos resultados financieros que muestran, por primera vez, pérdidas superiores a 265.000 millones de pesetas en el último ejercicio.

La compañía anunció que ofrecerá a sus actuales inversores nuevas acciones del grupo por un total de 5.900 millones de libras (más de 1,5 billones de pesetas) para recortar la deuda, que alcanzó cerca de 28.000 millones de libras (7,5 billones de pesetas) el pasado 31 de marzo. Además, el antiguo monopolio de la telefonía británica anunció que se dividirá en dos compañías, BT Wireless y Future BT, que controlarán los negocios de telefonía móvil y fija, respectivamente.

El plan de choque para remontar la crisis fue recibido con escepticismo y BT cayó un 7,12% en la Bolsa de Londres, equivalente a casi 680.000 millones de pesetas de su valor bursátil. Los títulos de BT caen un 65% en lo que va de año.

La emisión es más voluminosa de lo anticipado y tres veces mayor que el anterior récord que marcó en la Bolsa de Londres el grupo multimedia Pearson. BT ofrece cada título a 300 peniques, lo que supone un descuento del 45% sobre la cotización al cierre del pasado miércoles.

La restructuración incluye también el desmembramiento del grupo, por primera vez desde su privatización, en 1984, en dos compañías independientes. BT Wireless controlará las actividades de telefonía inalámbrica en el Reino Unido, Alemania, Holanda e Irlanda. El resto del grupo se englobará bajo la nueva marca, Future BT. Los accionistas controlarán la propiedad de ambas compañías, que cotizarán en bolsa de forma independiente.

'Los accionistas tendrán la propiedad de dos negocios fuertes, ajustadamente enfocados e independientes: uno de alto crecimiento y el otro muy establecido y generador de ingresos', defendió Peter Bonfield, director ejecutivo, tras confirmar que seguirá al frente del grupo, como mínimo, hasta finales de 2002.

'Estas medidas', dijo, por su parte, el nuevo presidente, Christopher Bland, 'reforzarán la posición financiera de BT y permitirán ejecutar el programa de restructuración de la mejor forma posible para preservar el valor del accionista'. La operadora anunció, no obstante, que suprime el dividendo como fórmula de remuneración.

La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's redujo la valoración de BT aduciendo que la creación de BT Wireless 'remueve el segmento más importante de ingresos futuros y crecimiento del rendimiento'.